«Absolutamente nada». Ésa fue la contundente respuesta de Iñaki Urdangarín cuando el juez José Castro le preguntó el pasado 23 de febrero qué hacía la Infanta Cristina en el Instituto Nóos. A lo largo de su declaración, que se conoció ayer, el Duque de Palma intentó en todo momento desvincular a su esposa de las actividades de la firma que él fundó junto a su antiguo socio, Diego Torres.
Según el exdeportista, la hija del Rey era vocal en la entidad porque hacían falta cinco personas para formalizar la Junta Directiva y «tuvimos, cómo decir, que cubrir esos asientos». No obstante, señaló que fue nombrada al tratarse de una persona «de máxima confianza y transparencia» para el cargo.
En su primera pregunta en torno al papel de la hija de Don Juan Carlos, el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, observó que según los estatutos de Nóos, con tres miembros en la Junta -presidente, tesorero y secretario- «bastaba», a lo que el Duque respondió que, según lo que le dijeron sus asesores, él siempre había pensado «que el formalismo eran cinco, no tres».
Sin embargo, las respuestas no acabaron de convencer al magistrado, quien recalcó tajante que «el problema no es que haya uno o dos más, es que esos dos más hagan algo que justifique su presencia. Entonces, la pregunta es: ¿qué funciones tenía Doña Cristina de Borbón en esa Junta Directiva?». «Ninguna», insistió el expresidente de Nóos, quien reiteró que nunca pensaron en que el hecho de que figuraran en la dirección tanto su esposa como el secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, pudiera dar más «credibilidad» a la empresa.
Precisamente sobre el empleado de la Casa Real, Urdangarín también aseguró, según su declaración, que su nombramiento como tesorero fue «un título honorífico y sin responsabilidad» y que nadie le comunicó que tendría unas funciones concretas.
Por otro lado, el Duque, aseguró, a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que nunca llegó a cobrar «ningún dinero» por la organización de unos inexistentes Juegos Europeos, por los que, según la contabilidad de la firma, el Instituto Nóos percibió 382.203 euros procedentes de la Generalitat Valenciana, a pesar de que el evento deportivo ni siquiera se celebró.
«Por amistad».
Asimismo, y en la misma línea de las palabras del Duque, García Revenga declaró ante el juez haber sido ajeno a cualquier interés económico y de compromiso en la gestión de Nóos. Su labor, afirmó, consistió «únicamente» en servir de acompañante y asesor de Doña Cristina y su esposo en su «aventura empresarial». Según el secretario, solo entró a la firma «por amistad».
