El Ayuntamiento de Segovia, a través de la Concejalía de Urbanismo, Vivienda y Rehabilitación, ha adoptado medidas de urgencia para estabilizar el muro y la cornisa de la fachada del edificio existente en la calle Judería Vieja, en esquina con la plaza del Corpus y calle Isabel la Católica, que en su planta baja tiene un establecimiento de cafetería.
Bomberos municipales procedieron ayer por la mañana a inspeccionar y revisar el estado del inmueble por indicación de Urbanismo. Aparejadores del Ayuntamiento habían hecho también una visita de inspección el día anterior tras producirse un aviso por la caída de cascotes a la vía pública, en la calle Judería Vieja.
El concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera, explicó que hay una orden de ejecución y un procedimiento sancionador iniciado pero los técnicos han aconsejado actuar de urgencia y de forma subsidiaria para evitar riesgos de desprendimientos. En este sentido, la intervención se limitará a estabilizar los elementos susceptibles de caer hacia la calle.
Se trata de una vivienda de ocho metros de fachada hacia Isabel la Católica y nueve hacia la Judería y chaflán de otros nueve metros, según recoge el Catálogo de Edificios con Normativa de Protección del Plan General de Ordenación Urbana de Segovia.
La ficha del citado catálogo indica que el edificio fue construido o reformado a finales del siglo XIX y muestra dos cuerpos diferentes, el del chaflán y otro que se extiende por las dos calles, siendo este último más antiguo como se ha deducido de las catas en fachada que exhiben muros de entramado.
También señala que, en la fachada a Judería, muestra mayor antigüedad por la construcción en entramado con plementerías de ladrillo. Entre las actuaciones generales autorizadas se encuentra la consolidación, restauración, rehabilitación y reestructuración parcial o total. En los interiores el PGOU no considera obligatorio la conservación de sus elementos, salvo que el Estudio Detallado identificase componentes de valor constructivo u ornamental.
Se trata del único edificio de la judería que no entró en el programa de rehabilitación del ARCH ya que los propietarios no lo solicitaron. El deficiente estado de mantenimiento, sin embargo, ha obligado al Ayuntamiento a adoptar medidas y Reguera aseguró que no pararán aunque el procedimiento se alargue y sea necesario recurrir a la subasta de bienes para hacer frente a los costes asumidos subsidiariamente.
