Volver del colegio a casa con rasponazos en las rodillas y en los codos y con pantalones y camisetas rotas se ha convertido en demasiado frecuente en los últimos meses para los alumnos del centro “Diego de Colmenares”. El deterioro que sufre el patio de juegos ha hecho que no sea muy seguro, más aún que “sea un verdadero peligro para los niños”, afirmaban enérgicos ayer varios padres de alumnos que participaban con sus hijos en la fiesta de fin de curso.
El mal estado de las citadas instalaciones, que este curso han soportado el paso de los camiones de las obras de ampliación del centro, ha sido denunciado por representantes de la dirección del colegio, así como de la Asociación de madres y padres de alumnos y del consejo escolar en el Ayuntamiento de Segovia y en la Dirección Provincial de Educación en varias ocasiones a lo largo de esta primavera sin que de momento hayan recibido una respuesta satisfactoria.
El debate sobre competencias en la materia —definir si se trata de obra nueva o de mantenimiento determina que sea Educación o el municipio quien tenga que afrontarla— ha hecho que la comunidad escolar del CEIP Diego de Colmenares despida el curso sin saber qué instalaciones tendrán en septiembre. Pero los padres no han querido conformarse y apuran hasta el último día de clase para arrancar un compromiso que puede estar en el entendimiento de ambas instituciones. Con este fin padres y alumnos elaboraron ayer dos pancartas que han colocado en las vallas del colegio haciendo pública la petición de un patio nuevo. “Nos han hecho parches muchas veces y ya eso no nos vale. No se trata de arreglar unos baches, es que la salida de emergencias está mal, no tenemos pistas deportivas….Pedir un patio digno y seguro no es pedir un lujo”, señalaba ayer un portavoz del Ampa.
