La reclamada implantación de los estudios de grado de Enfermería de la Universidad de Valladolid en Segovia, prevista para el curso 2023/2024, no puede hacer olvidar que los servicios del ámbito de la salud de la provincia llevan 47 años formando a profesionales sanitarios.
Un total de 1.716 sanitarios han pasado a lo largo de este casi medio siglo por el Hospital General y por los centros de salud para hacer su residencia o prácticas, según los datos que maneja el equipo de docencia que lidera Julio César Santos Pastor como jefe de estudios de la Gerencia de Asistencia Sanitaria.
Son médicos, enfermeras, fisioterapeutas, técnicos, matronas, … que, en su momento, completaron su preparación pregrado o posgrado en Segovia.
En muchos casos han llegado de otras provincias, comunidades autónomas e incluso países; en otros han sido segovianos que si bien hacían su carrera fuera han elegido quedarse en su tierra para pasar este periodo de preparación, aunque también hay alumnos, por ejemplo de Formación Profesional, que pertenecen a centros de Segovia.
El Hospital General imparte formación posgrado desde el año 1975, poco después de empezar a dar servicio como Residencia Sanitaria de la Seguridad Social Licinio de la Fuente (20 de noviembre de 1974). Debido al atractivo que ofrecía un hospital nuevo y a la proximidad con Madrid, en los primeros años venían muchos médicos del otro lado de la sierra a hacer aquí su residencia. “En 1975 se empezó a formar a los primeros residentes, se fueron creando las unidades docentes y luego se regularon más especialidades” dice Julio Santos explicando que la oferta formativa creció de forma muy significativa a partir de que en 1995 todo médico tenía que hacer su especialidad. En estos 47 años han hecho su residencia más de un millar de médicos (MIR).
Desde 2012 han pasado 56 enfermeras internas residentes (EIR). Hay que recordar que la creación oficial de especialidades en Enfermería y su entrada en el sistema de residencia es muy reciente. El balance de alumnos Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) que guarda en sus archivos el equipo de Docencia del actual Complejo Asistencial sube a matrícula global de 440, a contar desde el año 2000, hay otros 220 técnicos superiores desde esa misma anualidad.
En la formación pregrado entran no solo los estudiantes que hacen el ‘rotatorio’ en la carrera de medicina o enfermería, también hay estudiantes que cursan fisioterapia y así como grupos de alumnos de ciclos de Formación Profesional.
Como ejemplo reciente, cabe recordar que en el curso 2021/2022 se han formado en los centros segovianos:36 alumnos TCAE del centro público IES Ezequiel González de Segovia, otro del centro privado Ilerna; una alumna de Farmacia y Parafarmacia de IES Ezequiel González; doce alumnos de Técnico Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico del mismo instituto; dos alumnos de Técnico Superior en Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear del centro público IES Rafaela María, de Valladolid ; otros cuatro en la misma materia de Ilerna; y dos alumnos de Técnico Superior en Anatomía Patológica y Citología del centro privado Emprende.
En la fase de posgrado Julio Santos recuerda que este año han terminado 13 mir de hospital y 6 de Atención Primaria; los eir finalizan ahora en septiembre: 2 de familia, uno de pediatría, uno de geriatría y dos matronas. A la vez, en el año en curso se incorporan 19 mir de hospital, siete de Primaria; tres eir de familia, dos matronas, dos de geriatría y una de pediatría.
Hay especialidades, pero no todas, que requieren rotar por los centros de salud y por la consultas y plantas del hospital. Así, los médicos de Familia (Atención Primaria) rotan en el hospital por medicina interna o digestivo, por ejemplo; y a la inversa, hay especialistas que deben acudir a consultorios urbanos o rurales.
Además, la convivencia de alumnos de diferentes niveles de estudios exige un importante trabajo de coordinación porque “hay que organizar turnos de mañana, tarde e incluso algunos de noche, sobre todo los posgrados, para que no se solapen y puedan tener su sitio para formarse adecuadamente”, señala el jefe de Estudios, Julio Santos, recordando que cada especialidad tiene su itinerario regulado en la programación ministerial.
Las ventajas de formarse en un hospital pequeño como el de Segovia es que no hay la masificación de otros centros y “se viven las prácticas en primera línea, no en segunda o tercera línea; aquí el contacto del alumno con el tutor es muy próximo y todo esto hace que se tenga una visión muy directa de la profesión”, dice Julio Santos.
El equipo de docencia celebra la incorporación de nuevas ofertas de estudios. Para 2023 se pasa de 17 especialidades para mir a 18 porque se incorpora psicología clínica a una lista en la que ya estaban, por ejemplo, análisis clínicos, anestesia, cirugía general, cirugía ortopédica y traumatología, geriatría, farmacia, medicina interna, medicina intensiva, neurología, nefrología, oftalmología, obstetricia y ginecología, pediatría, psiquiatría, urología y medicina de familia. Aumentan de tres a cuatro las especialidades de residencia para enfermeros y enfermeras tras la incorporación de salud mental, que se une a la oferta de familia, pediatría y geriatría.
La sociedad segoviana tiene puesta su confianza en que en un futuro inmediato, previsiblemente en el curso 2023/2024, se ponga en marcha la sección del grado de Enfermería de la UVA en Segovia. Las prácticas a partir de tercer curso se harán en el hospital. Los responsables de docencia sanitaria ya tienen diseñado y, aseguran, han presentado a las autoridades académicas un programa formativo para acoger a 60 alumnos por curso en diferentes turnos —mañana, tarde, alguna noche y fines de semana— para formarse en los diferentes servicios.
