La frase de Yves Montand: «Lo que se necesita son gentes de buena voluntad, sea cual fuere su opinión política, para, todos juntos, asegurar una supervivencia, nuestra supervivencia. Porque es eso de lo que se trata.»
Es una llamada profunda a la unidad más allá de las divisiones ideológicas, poniendo en el centro lo esencial: la continuidad y el bienestar común
Montand, figura pública que transitó del comunismo al anticomunismo, siempre mantuvo un compromiso con valores sociales más allá de las etiquetas políticas. Esta frase refleja esa trayectoria: primero por convicción de izquierda, luego al advertir que debía unirse gente con buena voluntad —no importa su posición política— para enfrentar desafíos colectivos.
“Supervivencia” no alude solo a lo biológico, sino también a la pervivencia de un tejido social frente a amenazas como crisis económicas, guerras o erosión de derechos. Montand subraya que, ante estos escenarios, lo prioritario no es ganar debates, sino preservar la comunidad desde la colaboración.
El énfasis en “todos juntos” es reconocer que cada persona aporta perspectivas y talentos. La frase invita a una política inclusiva, abierta y dialogante: la buena voluntad, más que la ideología, es el motor de la acción colectiva.
Hoy, en un mundo polarizado, la frase es una advertencia y una esperanza. Advertencia: que los extremos y la fractura pueden llevar a la destrucción. Esperanza: que, si prevalecen la empatía y la voluntad, es posible construir soluciones comunes.
Yves Montand no ofrece una solución técnica, sino una llamada ética. Primero: confiar en la buena voluntad de las personas, por encima de sus posturas políticas. Y segundo: construir desde ahí la única forma de garantizar una supervivencia compartida, en sentido amplio: social, institucional y moral.
