Un año más, y ya van tres consecutivos, se ha celebrado en Tabanera la Luenga la tradicional ceremonia de la matanza de un cerdo. Un nutrido grupo de hombres y mujeres del pueblo, encabezados por su alcalde, Tomás de Andrés, se ocuparon de las faenas propias de este evento, recuperando de esta manera una costumbre ancestral. En esta localidad y su comarca el cerdo era criado con buenos y sanos alimentos a lo largo de todo el año. Luego el animal era sacrificado para el sustento de la familia mediante sus sabrosos y variados productos, los jamones, los chorizos, tocinos, panceta, sumarros, torreznos, morcillas, orejas y hasta el rabo, que como dice un popular cocinero “del cerdo gusta todo, hasta los andares”.
El cerdo fue donado una vez más por el ganadero Julián Conde, de Mozoncillo. Era un hermoso ejemplar que pesado en romana arrojó un peso de 230 kilos. Las actividades y su degustación se desarrollaron en las confortables instalaciones que el Ayuntamiento acondicionó junto al frontón.
Las cerca de 200 personas que acudieron al evento gastronómico estos dos días en Tabanera la Luenga, pudieron disfrutar de los distintos productos del cerdo, a la plancha, en caldereta, con patatas, en picadillo etc.