El Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, aprovechó la celebración ayer del Día de la Asunción para realizar una jornada de puertas abiertas. Una ocasión que muchos ciudadanos, turistas y curiosos aprovecharon para ver el recientemente restaurado camarín ubicado en la parte alta del altar mayor, donde se sitúa la imagen de la patrona.
Unos arreglos que comenzaron a mediados del mes de noviembre del año pasado y que finalizaron a principios del pasado mes de mayo. El mal estado de las pinturas que decoran el interior de la linterna del recoleto recinto, así como el deterioro de las puertas del propio camarín, aconsejaban una intervención inmediata, por lo que la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Fuencisla y el Rectorado del santuario invirtieron un total de 20.000 euros en realizar una obra que mejorara el aspecto de esta parte esencial del templo.
La remodelación se dividió en dos partes: la primera, consolidar las puertas del camarín, reemplazando y restaurando la carpintería estropeada por el tiempo. Unos trabajos que fueron adjudicadas a las empresas Carpintería Matamala y Barzabales. También al equipo de restauración de la firma Conservararte, que, de igual modo, se encargó de los arreglos del interior del camarín en la segunda fase de las obras, que se centraron en las pinturas murales y elementos ornamentales de la linterna del recinto.
Durante la remodelación, la imagen de la virgen fue cambiada de ubicación, pasando a uno de los vanos de la parte baja del mismo retablo, sobre el sagrario. Allí permaneció su talla original sin ser revestida hasta que pudo regresar al camarín una vez restaurado.
Las obras tuvieron dos objetivos principales: recuperar los vivos colores originales de dicho camarín y su protección contra humedades y otros factores dañinos como las humedades. Los que visitaron ayer el santuario pudieron comprobar que la primera de estas metas ha sido cumplida, puesto que esta zona del templo recuperó la policromía que presentaba en épocas anteriores. Mientras, habrá que esperar para saber si los esfuerzos en proteger el camarín son fructíferos, algo para lo que se eliminaron algunos elementos salinos que habían estropeado las pinturas.
Unos trabajos para los que fue necesario captar fondos mediante iniciativas como la venta de Lotería de Navidad o la del libro ‘Iconografía de la Virgen de la Fuencisla’ de Juan Manuel Santamaría.
