La reacción tardía del Sevilla no fue suficiente ayer para que el bloque hispalense remontara ante un valiente aunque errático Oporto, en un partido en el que los visitantes solo dieron la sensación de ser capaces de levantar la eliminatoria en la última fase del duelo, que acabaron ganando con un gol insuficiente. Así, la escuadra quedó fuera de la Liga Europa en los dieciseisavos de final.
A los pupilos de Gregorio Manzano les faltó hambre, fútbol y espíritu durante los dos primeros tercios del compromiso para doblegar a los portugueses, que no cedieron en su idea de buscar la portería contraria durante toda la contienda, a pesar del 1-2 sellado en la ida y de que, a la postre, no marcaron.
Ambos combinados salieron al campo sabedores de lo que estaba en juego, y prueba de ello fue que en el minuto tres, una caída en el área de Hulk tras un forcejeo con Fernando Navarro hizo que saltaran las primeras chispas entre los contendientes, sofocadas rápidamente por el árbitro inglés Howard Webb, famoso en España por haber dirigido la final del Mundial de Sudáfrica.
La mejor oportunidad -y prácticamente la única- del Sevilla hasta el descanso llegó al poco de iniciarse el duelo, cuando Álvaro Negredo sirvió un buen balón que Frederic Kanouté no acertó a enviar a la red.
Después del paso por el vestuario, los nervionenses asumieron que no les quedaba más remedio que arriesgar si deseaban superar la eliminatoria. También lo entendió Manzano, que introdujo en el césped a Luis Fabiano por Sergio Sánchez.
El propio brasileño adelantó al Sevilla en el minuto 70, y luego fue expulsado el local Pereira. Entonces, los españoles se vieron con opciones de remontar, pero la doble amarilla de Alexis equilibró las fuerzas y frustró el sueño.
