Al menos 22 personas, entre ellas 14 agentes de Policía, fallecieron este fin de semana en el transcurso de una masiva operación contra un “grupo terrorista armado” en las afueras de la ciudad macedonia de Kumanovo, en el norte del país, escenario de enfrentamientos en 2001 entre las fuerzas de seguridad y la guerrilla insurgente albanesa.
Además, otros 37 agentes resultaron heridos durante el tiroteo, informó el portavoz del Ministerio del Interior macedonio, Ivo Kotevski, quien aseguró que ningún civil resultó herido.
Kumanovo se encuentra a unos 40 kilómetros de la capital, Skopje, justo en la frontera con Serbia. Allí vive una gran comunidad de albaneses, algunos de los cuales formaron hace 14 años una guerrilla que se enfrentó durante meses con las fuerzas de seguridad hasta la firma de un acuerdo para concederles mayor autonomía. Sin embargo, la implantación de los términos del pacto fue lenta y a veces la tensión restalla.
En la región viven unas 100.000 personas, algunas de las cuales abandonaron la zona llevándose sus pertenencias. “Pensé que nunca volveríamos a esto”, declaró un individuo de origen albanés. “Es aterrador. No nos podemos quedar”, añadió.
Este incidente ocurre en medio de una crisis política con la oposición socialdemócrata acusando al Gobierno de escuchas ilegales y de abuso de poder generalizado. Las movilizaciones para pedir la dimisión del primer ministro conservador, Nikola Gruevski, degeneraron en enfrentamientos violentos con la Policía y hay convocada una gran manifestación para el próximo 17 de mayo.
Precisamente el líder de la oposición, Zoran Zaev, acusó al Gobierno de escenificar la operación policial de este fin de semana para desviar la atención. “Que Gruevski explique de inmediato quién quiere desestabilizar Macedonia y con qué objetivo”, recriminó Zaev. “Este oscuro planteamiento no va a funcionar. Los ciudadanos ven a quién le interesa esto”, dijo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reclamó contención y una investigación transparente. “Estoy siguiendo lo que está ocurriendo en Kumanovo con gran preocupación”, afirmó Stoltenberg en un comunicado. “Es importante que todos los líderes políticos colaboren para restablecer la calma y que haya una investigación transparente para esclarecer lo ocurrido”, añadió.