El Real Sitio de San Ildefonso acogerá durante dos meses el primer curso de patrimonio cultural, “inédito y exclusivo”, como ayer explicó en la rueda de prensa de presentación el alcalde de La Granja, José Luis Vázquez. Un grupo de unos 20 alumnos arquitectos y aparejadores procedentes de toda España participa desde ayer en este curso que combina práctica con teoría, y cuyo objetivo final es la restauración de la capilla de la Orden Franciscana Seglar III de La Granja.
El curso cuenta con el aval de la Universidad de Valladolid (UVA), cuyo vicerrector José Vicente Álvarez estuvo presente en la presentación, y la Junta de Castilla y León, representada por el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Juan José Martín, y con la financiación de la Fundación Areces y varias empresas del Real Sitio.
El director de este primer curso, Javier Ramos, destacó su “aspecto innovador”, y el entusiasmo con el que todas las instituciones participantes lo han creado, y aseguró que “venimos a convivir y a aprender de los vecinos de La Granja”. Ramos agradeció la voluntad de los miembros de la Orden Tercera, cuya capilla será objeto de trabajo en 60 días. El director recordó también a los alumnos del curso que serán los primeros de un “proyecto piloto” que esperan tenga continuidad.
Por su parte, la profesora María Suárez Inclán, explicó que la teoría y la práctica se llevarán en paralelo dentro del taller de arquitectura. “Se trata de hacer charlas, debates, y sobre todo, pensar y dar soluciones”, apuntó. En cuanto a los trabajos en la capilla de la Orden Franciscana Seglar, se tratará de cubrir las carencias.
Orden franciscana.- El origen de la Orden Franciscana Seglar de San Ildefonso estriba en la reiteradas súplicas que varios sujetos del Real Sitio de San Ildefonso dirigieron al padre Ángel Branimo, guardián del convento de M.P.S. San Francisco, de la regular observancia de la ciudad de Segovia.
Los primeros penitentes de La Granja datan del año 1760, los cuales salían en penitencia con sus respectivas hermandades como la del Cristo del Perdón y Virgen de los Dolores. El Viernes Santo al anochecer, sus hábitos eran de color negro. Posteriormente, hacia 1766, se les une la Venerable Orden Tercera Penitencial, hermandad que se estableció en la capilla de La Real Enfemería, por orden de la reina Isabel de Farnesio el 9 de febrero de 1766, tomando posesión de la misma al mismo tiempo que fueron designados los primeros cargos del directorio, según previa la regla vigente de la época.
Los inicipios de la procesión de Viernes Santo se remontan al año 1745, cuando las diferentes hermandades o cofradías de este municipio se reúnen para dar lugar a la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, con la debida licencia del gobernad0r, que por aquel entonces era la máxima autoridad, dependiendo directamente del Arzobispado de Toledo.
El color del hábito penitente franciscano es el marrón y gris.
La capilla de la Orden Franciscana es el punto de partida de la procesión del Viernes Santo de La Granja.