Después de dos días sin noticias sobre el estado de salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a pesar de las promesas desde el Gobierno de dar un parte médico diario, muchos temían que el dirigente hubiera sufrido una recaída. Y así fue, según aseguró el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, que explicó que el mandatario registró el pasado lunes una infección respiratoria, si bien, rápidamente, agregó que el equipo que atiende al comandante en Cuba controló la complicación de inmediato, por lo que la condición del jefe del Ejecutivo es actualmente «de estabilidad».
«De acuerdo con el criterio del equipo médico, este tipo de dolencia es una de las secuelas que se presentan con mayor frecuencia en pacientes que han sido sometidos a cirugías complicadas», matizó Villegas, quien indicó que los facultativos han ordenado a Chávez «que guarde reposo absoluto en los próximos días y que siga con la mayor rigurosidad el tratamiento médico, con el propósito de mantener la estabilidad de sus funciones vitales de la que goza actualmente».
Eso sí, esta situación está desmotivando a los seguidores del líder bolivariano, que temen que éste no pueda jurar su nuevo mandato el próximo 10 de enero. Así lo dejó entrever el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que remarcó que sus afirmaciones se trataban de una «opinión personal», pero señaló que la recuperación del dirigente se prevé lenta, por lo que no descartó que la toma de posesión del nuevo mandato pueda, incluso, retrasarse.
«Tú no puedes amarrar a un día la voluntad de un pueblo. Si no es el 10, ¿la voluntad de ocho millones de personas no vale?», cuestionó, al tiempo que remarcó que, en caso de que Chávez no pueda estar presente en su investidura, el Tribunal Supremo de Justicia debería pedir una eventual moratoria. «De hecho, ya hay antecedentes: a un alcalde le dieron en algún momento una prórroga de tres meses», insistió Cabello.
Mientras tanto, la oposición al presidente, golpeada por su derrota en los comicios regionales del pasado domingo, se prepara para un posible adelanto electoral, que podría llegar si Chávez finalmente no acude a la jura de su cargo. Por ello, y teniendo en cuenta que no va a haber tiempo para celebrar primarias que designen al líder de la coalición contraria al actual Gobierno, todos insisten en apuntar a Henrique Capriles Radonski como cabeza de lista.
El que fuera rival del bolivariano en las urnas el pasado octubre cosechó los mejores resultados de la historia. Además, en las regionales consiguió mantenerse como gobernador del estratégico estado de Miranda, uno de los pocos bastiones opositores en Venezuela.
