“Ha sido una pasada”. La pasión por su trabajo y la importancia de los hallazgos arqueológicos realizados en la campaña que se ha desarrollado en paralelo a las obras de rehabilitación del lado sur de la muralla de Segovia llevan al arqueólogo Ricardo de Cáceres Sastre a recurrir al lenguaje coloquial para definir su satisfacción por los resultados de un trabajo que, si bien aún está comenzando, tiene visos de ofrecer datos que a buen seguro podrían cambiar la historia hasta ahora conocida de esta edificación. Una vez concluida ya la campaña, De Cáceres reunirá toda la documentación para su posterior análisis, del que emanarán las conclusiones de un trabajo que se ha prolongado por espacio de casi diez meses. Sin lugar a dudas, el resultado más evidente ha sido el hallazgo de la puerta de acceso al antiguo Palacio Episcopal, de la que no existía documentación que diera lugar a localizar su existencia y que ha supuesto un descubrimiento “de capital importancia” para conocer la historia de la evolución urbanística de la ciudad en la época medieval.
El arqueólogo reconoce que la ‘puerta del obispo’ ha sido un hallazgo “tan espectacular como inesperado”, ya que en el vaciado documental previo al inicio de la campaña arqueológica “habíamos recabado toda la información posible para tener una visión general y saber a qué atenernos, pero la existencia de esta puerta no estaba documentada, ni tampoco el hallazgo de un tramo de más de 20 metros de muralla medieval en el que hemos descubierto distintos trazados y fábricas que se superponen y que nos hablan de presencia prerromana, romana e islámica que ahora habrá que determinar a que época se corresponden.
Pero para De Cáceres, tan importante como la aparición de la puerta ha diso el hallazgo de un acceso excavado sobre la roca que considera de gran importancia, ya que permite documentar la existencia de un camino histórico desde el llamado “puente del Piojo” hasta el propio Alcázar, y también trabajará en la posibilidad de encontrar algún tipo de herencia romana en la fabricación de la muralla, ya que la rehabilitación ha puesto al descubierto algunos elementos constructivos que hacen pensar en esta posibilidad.
También destacó la aparición de algunos restos arqueológicos relacionados con elementos decorativos o artísticos, que posiblemente hayan llegado a la zona en forma de material de relleno o de aluvión, y que una vez recuperados habrá que datar e inventariar. Del mismo modo, los trabajos de restauración realizados han descubierto restos de un antiguo molino que inicialmente había sido identificado como un aljibe y que fue construido aprovechando una de las oquedades naturales de la zona.
