Con los ojos cerrados, en el patio de la pensión regentada en su momento por Luisa Torrego, con la música de una flauta travesera y la voz de Juancho del Barrio proyectando algunos de los versos que Antonio Machado escribió en Segovia, no era difícil trasladarse a la década de los años 20 y creer que era el propio poeta el que estaba recitando su obra.
Así fue como el Ayuntamiento celebró ayer el 141 aniversario del nacimiento de Antonio Machado, con un acto “sencillo”, tal y como el poeta vivió en Segovia, pero rodeado de gente con ganas de conocerle un poco más. Y es que el patio de la Casa-Museo se quedó pequeño para acoger a todas las personas que quisieron participar en el homenaje.
Además, coincidiendo con su cumpleaños, el Ayuntamiento dio a conocer la última guía elaborada en torno a dicha Casa-Museo, puesta en marcha por la Empresa Municipal de Turismo, con textos de Juancho del Barrio, académico de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.
La publicación hace un recorrido por toda la casa, que “es un testimonio amplio y cuenta la biografía del poeta, la historia de esta ciudad y la historia de este país; es un testimonio de cómo vivíamos, de cómo éramos en aquel momento, la maravilla de lo sencillo, de lo imprescindible, de esas virtudes como la humildad, la honradez… que hay que seguir trasmitiendo”, apuntó la concejala de Patrimonio y Turismo, Claudia de Santos.
Destacó también el “orgullo” que supone para los segovianos el hecho de que “una ciudad como la nuestra celebre el cumpleaños de don Antonio”, sobre todo constatando el gran poder de convocatoria que tiene cada uno de los actos que se organizan en torno a su figura.
“Una ciudad son sus calles y sus monumentos, pero también son los anhelos, los miedos, las alegrías, las fantasías y los deseos de todos los que vivieron en ella. Machado hizo ciudad e hizo de Segovia una cuidad mejor”, afirmó De Santos, quien alabó también la labor de conservación que se ha hecho de su figura y de esa pensión en la que vivió en su paso entre Baeza y Madrid.
Sobre esta casa, la concejala recordó que “mucho se ha dicho de ella”, pero son dos las ideas que hay que destacar, la primera, dijo, “que es un monumento a la generosidad de un grupo de personas que apostó por preservar el espacio en el que vivió Machado, la Academia de San Quirce, con quien esta ciudad tiene una deuda impagable”; y, la segunda, “que esta casa es un testimonio único”.
la guía Juancho del Barrio hace un recorrido por toda la casa, detallado, exhaustivo, poniendo de manifiesto todos los detalles que al ojo poco experto en la vida de Machado pueden pasar por alto en su visita, porque “lo que hizo Machado en Segovia está presente en cada una de las habitaciones”, explicó. En las estancias de aquella pensión de antaño “están los recuerdos de su llegada a Segovia, de las conversaciones con sus compañeros, de su trabajo en la Universidad Popular, de sus actividades políticas…”.
Del Barrio, además, ha unido cada una de las habitaciones con versos de algún poema de Machado. Así, por ejemplo, la entrada de la casa es ‘La mansión que habito’, verso estraído del ‘Retrato’, poema XCVI de su poesía completa; o el comedor es ‘Un corazón solitario no es un corazón’, de ‘Proverbios y cantares’.
Porque si algo quedará siempre de Machado, más allá de los lugares en los que vivió, son sus poemas, sus escritos, su gran legado. Por ello, qué mejor manera que rendirle homenaje que leyendo alguno de sus textos, como una carta personal, seguramente lo primero que escribió en Segovia, a su amigo José Tudela; o su pequeña prosa ‘Niñas en la Catedral’; o algunos de los versos que dedicó a Guiomar. Lo dicho, con los ojos cerrado, parecía verse al poeta escribiendo en su austera habitación.
