En el tradicional acto de entrega, como colofón a la final de la Copa Davis, el presidente de la Federación internacional, el italiano Francesco Ricci Bitti, oficializó el reconocimiento del dominio del tenis nacional, que recibió su recompensa, la cuarta ‘Ensaladera’ de plata de su historia.
En una sesión intranscendente, Rafa Nadal y David Ferrer pusieron el punto y final a la hazaña. El manacorí doblegó a Jan Hajek por 6-3 y 6-4 en menos de 80 minutos, y el alicantino despachó a Lukas Dlouhy por 6-4 y 6-2 para poner el 5-0 en el marcador.
Tras el llamamiento al conjunto checo, dada su condición de finalista, los cinco miembros del combinado, el capitán y los jugadores recibieron una reproducción del trofeo. Después, escucharon el himno en el podio. Agarrados, brazo al hombro, uno a uno.
La explosión llegó en el momento en el que Costa recogió el trofeo, el grande, el oficial. Y lo tendió hacia el cielo al tiempo que los confetis de se expandían alrededor. Botes, abrazos, gritos de «España y España», fotos con el rival… y todo ello al son de la música del clásico ‘We are de champions’ de Queen.
Ferrero, Robredo, los técnicos, médicos y otros miembros de la expedición compusieron la foto de familia del tenis nacional. Para la posteridad. Juan Antonio Samaranch, presidente de honor del COI se incorporó al grupo.
Una ducha de champán y la vuelta al ruedo, Verdasco y Feliciano López se ataviaron con sendas banderas de España. En las gradas, los padres de Nadal, Sebastián y Ana María presenciaban en distintos puestos la imagen de su hijo así como los padres de Feliciano, Verdasco y Ferrer.
Agradecimientos
«Habéis demostrado que estáis con nosotros siempre, sois increíbles, los mejores del mundo. Me gustaría también al presidente de la Federación y a toda su junta el apoyo que ha mostrado desde el principio. Chicos, habéis hecho un trabajo increíble. Os merecéis todo y más», dijo Albert Costa, el primero en reclamar el micrófono para hacer públicas sus emociones.
Después fue Nadal: «Quiero dar las gracias a todos porque después de ganar 3-0 habéis respondido fenomenalmente. Nos vemos el año que viene».
Posteriormente, David Ferrer dedicó el triunfo al público, a los que recordó el aliento en el duelo contra Stepanek. «Esto pertenece a vosotros. Sin vosotros no hubiera ganado el partido», manifestó.
Por su parte, Verdasco no se quedó atrás. «Me siento un privilegiado de ser español y de tener estos compañeros. Quería dedicar esta Davis a toda mi familia y a toda España en general».
Por último, Feliciano López puso el epílogo: «Me siento muy orgulloso de formar parte de este equipo, y gracias al público, que ha demostrado su afición y su apoyo incondicional».
