Aunque la noche más corta del año es la del solsticio de verano, la de Reyes seguro sea en la que menos horas de sueño invierten los más pequeños de la casa. Los niños y niñas se fueron a dormir el lunes aún con los nervios a flor de piel después de haber entregado sus cartas a Melchor, Gaspar y Baltasar, o verlos pasar en las cabalgatas que los tres Magos de Oriente protagonizaron en muchos municipios de la provincia.
Sin duda, a ningún niño o niña menor de doce años se le pegaron las sábanas ayer, a pesar de haber pasado la noche en un estado de duermevela, atentos a los ruidos de sus hogares hasta que llegó el momento más esperado: el de descubrir sobre los zapatos o debajo del árbol navideño los paquetes envueltos con papel multicolor con los ansiados regalos dentro. Desde los objetos más tradicionales a los más novedosos, desde libros o alguna prenda de ropa, hasta juegos de mesa, material deportivo o muñecos de sus series favoritas.
La época navideña se convierte en una importante baza la facturación del comercio minorista. Los “encargos” de Papá Noel y los Reyes Magos suponen hasta el 20% de las ventas anuales alcanza hasta el 50% para sectores como jugueterías o perfumerías, con millones de compras y con un gasto medio de 209 euros por adulto, de los que 111 se destinaron a los juguetes de los niños, y otros 82 al de la pareja según un estudio de la consultora TNS.
Sin embargo, la mañana de Reyes se convierte también en la de la búsqueda del ticket, necesario para poder descambiar los artículos que no se ajustan a lo recogido en las cartas para los Reyes Magos, algún artículo repetido o las tallas que no corresponden a las del destinatario.
Las asociaciones de consumidores recuerdan que para cualquier cambio o devolución es imprescindible presentar el ticket de compra, y señalan que cada tienda tiene libertad para definir si el cambio puede realizarse por otro artículo, un vale para próximas compras o el dinero (con el mismo método de pago utilizado para su compra).
Además, aunque es una práctica habitual, los establecimientos no están obligados a la reposición del juguete, prenda de ropa o artículo de regalo si el objeto no presenta ningún defecto, a menos que lo especifique o anuncie expresamente en el local.
Sin embargo, los más inconformistas parecen haberse apuntado al fenómeno que los grandes portales on line de compra y venta de objetos nuevos y usados denominan ‘regifting’, la reventa de los artículos regalados, según recoge la agencia de noticias Europa Press, tras haber consultado con dos de estas empresas.
