Israel y Turquía han dado el primer paso para normalizar sus relaciones, muy deterioradas tras el asalto hebreo a la flotilla humanitaria que llevaba ayuda a Gaza, en el que murieron nueve activistas turcos, pero este avance puede costarle un disgusto político a Benjamin Netanyahu, tras haber surgido voces en su Gobierno de coalición que critican no haber sido informadas del encuentro que mantuvieron en un hotel de Bruselas representantes de ambos países.
Según ha trascendido, fue el presidente estadounidense, Barack Obama, quien allanó el camino para las primeras conversaciones directas entre Ankara y Tel Aviv, según publicaba ayer el diario Hurriyet. El rotativo turco destaca que durante la cumbre del G-20 celebrada la semana pasada en Toronto, Obama se reunió con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y le expresó la profunda preocupación de Washington por la crisis desatada entre sus dos importantes aliados.
El periódico da a entender que fue así como se decidió celebrar una reunión a nivel ministerial para buscar un nuevo acercamiento entre ambos países, después del serio conflicto provocado por el abordaje, el 31 de mayo, de la Flotilla de la Libertad por un comando de élite del Ejército hebreo.
Según se ha filtrado a la prensa, el encuentro secreto mantenido el martes por el ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, y el titular israelí de Comercio, Benjamin Ben Eliezer, en un hotel en Bruselas, habría sido fruto de esa decisión adoptada en Toronto el domingo pasado.
Davutoglu, que viajó a la capital belga en un avión privado para abrir un nuevo capítulo de negociaciones con la Unión Europea, estuvo reunido con Ben Eliezer durante dos horas y media hacia el mediodía del martes.
Según señalaron fuentes diplomáticas en Ankara a los medios locales, el jefe de la diplomacia turca reiteró al representante israelí las ya conocidas exigencias de su país. Turquía espera que Israel pida perdón por lo sucedido, compense a las víctimas, acepte una investigación internacional sobre el asalto y devuelva los barcos turcos que siguen en su poder.
Según el diario Aksam, ambos ministros informaron brevemente a sus respectivos jefes de Gobierno sobre el resultado de las conversaciones y se habría acordado ya la fecha y el lugar para una segunda reunión. Los medios israelíes informaron asimismo de la entrevista de Ben Eliezer y Davutoglu, pero difieren en algunos detalles sobre el encuentro, como la ciudad en la que tuvo lugar (Zúrich) y la forma en que fue preparada.
Tras conocerse la cita, el titular de Asuntos Exteriores de Israel, el ultraderechista Avigdor Lieberman, aseguró que no estuvo informado de la misma, lo que calificó de «grave daño a la confianza entre el primer ministro y el ministro de Exteriores», unas palabras que podrían abrir una brecha en la coalición que gobierna en el país.
Un portavoz del Ejecutivo declaró por su parte que «el ministro Ben Eliezer informó al primer ministro de la oferta realizada por Turquía de mantener una reunión informal. El primer ministro no vio ningún inconveniente a esa reunión, ya que en las últimas semanas ha habido varios intentos de contactar con Turquía de los cuales el ministro de Exteriores ha tenido conocimiento».
Sin embargo, que Netanyahu no informase de esta cita al jefe de su diplomacia, y el hecho de que haya sido un compañero de Gabinete el que haya celebrado el primer encuentro con Turquía desde mayo, han provocado el enfado de Lieberman, cuyo partido, el ultraderechista Yisrael Beiteinu, es el segundo con mayor representación parlamentaria del Gobierno.
