Segovia se desperezaba lentamente en la mañana del domingo, cuando cerca de 800 atletas se presentaron a los pies del Acueducto para disfrutar de una nueva carrera popular, en esta ocasión la Sanitas Marca, que con dos padrinos de excepción como son Javi Guerra y Sara Gómez, trabajó de firme para que en su cuarta edición los participantes terminaran satisfechos, que lo hicieron, y la ciudad pudiera disfrutar del atletismo por sus calles, y continuar con su vida normal de un domingo a una hora más que razonable.
Era un día de estrenos, como el de Marian Rueda como concejala de Deportes (aunque estuvo presente el sábado en la entrega de premios del Trofeo José Luis de Santos de ciclismo para escuelas), o el de Sara Gómez como madrina de la prueba. La primera, gran conocedora del deporte segoviano, estaba más que tranquila, segura del terreno que pisa. La segunda, después de volver a quedarse a las puertas de la mínima para el Europeo, con un pequeño gesto de decepción en su mirada, que seguro cambiará cuando logre la marca. Que lo hará.
Junto a ellas se encontraban otros “veteranos” en este tipo de lides, como Javi Guerra, que siempre que tiene dos minutos libres para apoyar al deporte segoviano acude a cada llamada que se le hace, y que participó en la carrera de cinco kilómetros, después de que en la jornada anterior hiciera un fuerte entrenamiento de 30 kilómetros. El maratoniano volvió a dar una auténtica exhibición, clavando el crono en 15:01, promediando tres minutos el kilómetro. Con un recorrido tan sinuoso como el que presentaba esta carrera, no era nada sencillo mantener intacto ese ritmo como hizo Javi.
La belleza del recorrido
Porque, mientras otras carreras de la Running Series de la Sanitas Marca pueden ofrecer espectaculares números de participantes, Segovia aporta lo que tiene, que no es otra cosa que un trazado espectacular, con la salida y la llegada a los pies de Acueducto, y el paso por zonas de una belleza difícilmente comparable con la de otras ciudades. Así, no fue de extrañar que hubiera deportistas que quisieran estrenarse en la competición en esta carrera, u otros que no dudaran en hacerse un centenar de kilómetros para participar, como fue el caso de la ganadora en la categoría femenina, la británica Charlotte Cotton, habitual en las carreras en la capital de España, y que terminó absolutamente encantada por la belleza de Segovia.
Como en ediciones anteriores, y siempre con la intención de dar facilidades a las que empiezan a engancharse al atletismo y las carreras populares, la apuesta de la organización pasaba por establecer un circuito de cinco kilómetros, dejando libertad a los participantes para inscribirse en la prueba pequeña, de una vuelta al circuito, o en la grande, de dos. El ganador masculino en la prueba de los diez kilómetros fue Pedro Luis Gómez, que en la jornada del sábado había participado en la Legua de Aguilafuente, y que poco más de 12 horas después se marcó un buen tiempo en la ‘Sanitas’. Al igual que Pedro, pero en categoría femenina, hizo una gran competición Marta Vírseda, otra de las incombustibles del atletismo segoviano, que no tuvo oposición para conseguir el triunfo en la prueba larga.
Los populares
Ellos fueron los ganadores de la carrera, pero en pruebas con un sentimiento tan popular, la mirada no podía desviarse de la línea de meta, donde fueron apareciendo atletas que buscaban mejorar su marca, con otros tan contentos simplemente por haber terminado sin importarles el tiempo, junto con otros que prefirieron disfrutar de la carrera en grupo. Tampoco faltó a su cita Manuel Masedo, atleta invidente que participó en la Media Maratón Ciudad de Segovia, y que se lo pasó en grande por las calles de la ciudad… y no faltó el seguidor de la Gimnástica Segoviana, que cruzó la línea de meta con la camiseta que lució el conjunto azulgrana en su última temporada en la Segunda B. ¿Premonición? Ojalá.
