La Dirección General de Tráfico (DGT) dio comienzo ayer una campaña especial de control de velocidad de velocidad en carreteras secundarias, que se extenderá hasta el próximo 27 de mayo.
La campaña tiene como objetivo concienciar a los conductores de la necesidad de no superar la velocidad permitida para cada carretera, según explicó la subdelegada del Gobierno, María Teresa Rodrigo.
En este sentido, señaló que «llevar una velocidad adecuada podría evitar prácticamente un tercio de los muertos en accidentes de tráfico»; y que, «en los accidentes mortales, el exceso de velocidad fue un factor relevante en el 29 por ciento de los accidentes mortales».
Respecto a la campaña, la subdelegada del Gobierno manifestó que «se centra en las carreteras secundarias, porque siete de cada diez muertos se registran en estas vías, en el conjunto del territorio nacional». En el caso de Segovia, nueve de los 14 muertos en carretera en 2008 se registraron en las vías secundarias.
También indicó que la red de carreteras secundarias se extiende por más de 2.220 kilómetros, de los 2.416 de la red viaria de la provincia, «de ahí la importancia de centrar esfuerzos de forma específica en estas vías», argumentó.
La Subdelegación señala que la distancia necesaria para detener un vehículo es de 15 metros a 50 km/h, de 44 metros a 80 km/h, de 70 metros a 100 km/h y aumenta hasta 103 metros a 120 km/h. Así, «a 120 kilómetros por hora necesitamos para detenernos una distancia superior a un campo de fútbol», apuntó la subdelegada, quien insistió en que «debemos tener esta idea en nuestra mente cuando pisamos el acelerador».
Además, el exceso de velocidad repercute de forma negativa en el medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustible. En este sentido, hay que decir que el consumo ideal de combustible de un vehículo se logra a una velocidad de 90 km/h. Si la velocidad aumenta a 120 km/h, el consumo se incrementa en un 30%.
Por otra parte, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que, a partir de una velocidad de 80 kilómetros por hora, las posibilidades que tiene un peatón de no resultar muerto en un atropello son prácticamente nulas.
