Las situaciones que se han vivido en las últimas semanas en las residencias de personas mayores han sido muy duras y complicadas, con muchos fallecimientos y despedidas en soledad. El Covid-19 también se ha ensañado con los centros segovianos, y sin duda, la Residencia de Ancianos ‘El Sotillo’, en término de La Lastrilla, dependientes de Cáritas Segovia, ha sido una de las que más ha sufrido. El presidente de Cáritas Segovia, Mariano Illana, afirmaba ayer en la presentación de la Memoria Institucional de 2019, que la situación ha sido “terrible”, principalmente en ‘El Sotillo’, en la que durante la pandemia se han registrado 34 fallecimientos, a los que se suman otras seis muertes registradas en la Residencia ‘El Alamillo’ de Cuéllar, también gestionada por Cáritas Segovia.
Mariano Illana aclaraba ayer que de esas 40 defunciones, “no sabemos cuántos han muerto por Covid-19, ya que al principio de la crisis no se hacían test”. Sí apuntó, que, de los casos producidos en ‘El Sotillo’, “tenemos la certeza de que nueve sí han sido por coronavirus, cuatro de muerte natural, y los 21 restantes con sintomatología subjetiva de tener Covid-19”.
En la actualidad, la situación está “normalizada”. El director de Cáritas aprovechó la rueda de prensa para mostrar sus condolencias a todas las familias de las víctimas, que además no pudieron despedirse de sus padres o madres. “Es muy duro –añadió–. Aún hay duelos que no se han superado”.
Insistió en que la gestión de los centros ha sido muy complicada, “porque al principio no se hacían test y tampoco teníamos personal técnico, porque estaban todos contagiados”. Illana explicó que desde el primer día se tomaron medidas de aislamiento y protección, “pero al ser unas personas de alto riesgo, es muy complicado”.
