Describo lo siguiente para más saber, pues hay cosas que, por más que pequeñas fueren, también tienen su particular ‘infra historia’. Les sugiero que lean.
En el año 1896 se editaba en la ciudad ‘El Amigo Verdadero del Pueblo’, diario católico que dirigía su fundador Félix Lázaro García, párroco que fue de las iglesias de San Salvador, Santa Eulalia y San Lorenzo, muy conocido por su ‘singular’ forma de predicación y por otras varias razones no menos polémicas. En esa fecha el referido periódico dejaba constancia de la siguiente noticia: ‘Nos sentimos gratamente impresionados por el acuerdo habido en el Ayuntamiento de dar a una plaza de Segovia el nombre del ilustre Doctor Laguna…’.
Unos días después y en el mismo periódico se insertaba escrito de Mariano Llovet (1) por el que hacía público que la iniciativa de tan feliz idea era suya. Dejaba constancia al efecto el haber dirigido el 26 de Mayo de 1868 una comunicación al Municipio ‘haciendo presentes los inmensos títulos del Dr. Laguna a semejante honor, que por acuerdo de 9 de Junio se accedió a sus deseos, que los gastos de la lápida y los de su colocación fueran a sus expensas’. Ese fue el ofrecimiento que hizo a la municipalidad. Y que cumplió.
La noticia así redactada fue conocida a través del citado periódico ¡veintiocho años después! Nunca antes se conoció que la propuesta no había partido del Ayuntamiento y sí de un ciudadano que, conociendo la vida y trabajos del médico humanista Dr. Laguna (2) tuvo la idea, la puso en manos de su ayuntamiento y, además, corrió con los gastos.
Un fugado
Lo publicaba el Boletín Oficial de la Provincia de 17 de junio de 1898. El Gobierno Civil emite circular de orden público a alcaldes y Guardia Civil: ‘Se encuentra en busca y captura Antonio Ríos Durán. Procesado por robo y asesinato, fugado de la cárcel de Archidona –que entonces pertenecía a Sevilla y ahora a Málaga-, siendo sus señas: ‘natural y vecino en las Cuevas de San Marcos (Segovia), 26 años, soltero, jornalero, color pálido, estatura regular, ojos azules y pómulos salientes’. No se conocieron posteriores noticias de su paradero.
Larga colecta
¿Qué sabe usted de la elaboración de la Custodia Catedral que se situada sobre el Carro que salió en procesión por vez primera en la festividad del Corpus de 1656? Les describo. Ahora se encuentra en el Museo catedralicio. Su historia es no solo larga también larguísima. Desde que se aprobó construirla hasta que se llevó a cabo –obras de la catedral de por medio- pasaron muchos años y muchas penurias económicas. Tantas, que llegó el día en el que los propios miembros del Cabildo llamaron y pidieron, puerta a puerta, en las casa de los segovianos con la finalidad de recaudar medios económicos suficientes para conseguirlo. Más de 7.000 ducados de vellón se gastaron.
Para golosos
Mediados del XIX. Número 6 de la calle Cervantes. Juan Margareto monta una fábrica de chocolate, ‘producto elaborado a brazo’, se leía en el cartel de su escaparate, lugar donde también se ‘trabajaba’ este producto de forma especial para convalecientes, que, según el dueño, ‘recomendaban médicos de la ciudad’. No se quedaba ahí el comercio, pues también vendía ‘boquerones de Málaga’ (3 pesetas/kilo), mantecados de El Escorial, Vino de Rioja y aceitunas’. La tienda, bien surtida, era conocida como ‘La Confianza’. Estaba en plena calle Real.
Mini biografia
Messía de Virués, Gonzalo. Nació en Segovia en el año 1380 y después de pisar la tierra durante setenta años –que para esos siglos ya era edad avanzada-, falleció en esta misma ciudad en 1460. Nació de familia noble y noble falleció. Regidor de Segovia, guarda y repostero mayor del Rey.
Su padre, Fernán Sánchez de Virués, fue también regidor de Segovia y procurador en las Cortes de Madrid (1390). Fue su madre Dñª Mayor de Pedrola.
Gonzalo, casó con Catalina de Tapia, hija del doctor Blasco Gómez Barroso de Tapia, también regidor de la ciudad, y de Catalina Sánchez de Remiso. Del matrimonio nació una única hija. El conjunto de los Virués formó a lo largo de muchos años una ilustre familia de ganaderos. Gonzalo, además de regidor de la ciudad, fue vasallo y guarda de Enrique III de Castilla y Maestre de la Orden de Santiago. El servicio al Rey le llevó a ocupar también el puesto de repostero mayor, oficio que también sirvió durante el reinado de Juan II de Castilla (1406-1453).
A este caballero segoviano se debe la edificación, hacia 1425, de los palacios y casas que siglos más tarde pertenecerían a los condes de Mansilla y fueron, muchos siglos después, sede del Colegio Universitario (1970) ‘Domingo de Soto’ –tras ser adquiridas por Caja Segovia-. Al desaparecer esta – lo que supuso una auténtica desgracia para Segovia-, el palacio/inmueble (más de 5.000 metros) pasó a depender de su Fundación. Esta ha alquilado últimamente al Instituto y Empresa (IE) el recinto, ampliando así su campus, donde impartirá docencia a partir de 2025 y servirá de alojamiento a cientos de estudiantes de la referida Universidad.
Déjenme decirles que el descrito apellido (Virués) lo llevaron en su documento de identidad la familia Pedrarias Dávila, cuyo segundo era Virués. Este apellido, reitero, era ‘puramente’ segoviano y conocido desde el siglo XIV, de tal forma que cuando una de sus ramas se ubicó en Cádiz al referido apellido se le puso la coletilla de los ‘Virués de Segovia’. La familia, con heredades importantes también en Garcillán, residió en la ciudad hasta el siglo XVII.
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(1) Mariano Llovet y Castelo, Segovia 1841-1901. Farmacéutico. Fue alcalde de la ciudad en tres ocasiones, presidente de la Diputación, miembro de la Comisión Provincial de Monumentos, Académico correspondiente de la Real Academia de San Fernando, poeta…
(2) Nombre de pila: Andrés Fernández Velázquez Laguna, que firmaba sus escritos como Andrés Laguna y fue conocido mundialmente como Doctor Laguna. Nació en Segovia en 1510.
