El segoviano Francisco Herrero logró una brillante segunda posición en la primera prueba del Open de España de BTT ultramaratón que acogió la localidad jienense de La Iruela, con un circuito muy exigente de 158 kilómetros con un desnivel acumulado de 4.477 metros que recorrió los caminos del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.
El primer podio en una prueba de carácter nacional para Herrero llegó de una manera agónica, puesto que el segoviano tuvo que superar los últimos 70 kilómetros de la carrera con el sillín roto, después de haber liderado la prueba durante 80 kilómetros, ya que en el primer puerto logró hacer hueco en solitario, pensando en poder hacer camino en compañía de otros corredores que saltaron a su estela, pero que no pudieron seguirle el ritmo.
Siempre con los mejores
Mediada la prueba, el segoviano se dejó atrapar por un grupo de corredores, los más fuertes de la prueba, para afrontar un tramo complicado del recorrido. Después de parar en un avituallamiento, el descenso hacia el embalse de Tranco de Beas supone un punto de inflexión para Francisco Herrero, puesto que toma riesgos y al apoyar todo el peso de golpe en el sillín tras pasar por encima de un charco. rompe los raíles de su asiento.
“Pensé que mi carrera había terminado” reconoce el corredor del equipo Carbonero Bike, que pese a ello decide continuar y sigue afrontando el descenso con velocidad “pese a no poder apoyar mi peso bien en el sillín, lo que provoca que las piernas se me carguen mucho”.
La última gran ascensión llega después de unos kilómetros en los que Herrero trata de acostumbrarse a sentarse de una manera distinta “apoyándome en la punta del sillín y cargando el peso en brazos y piernas más de la cuenta”.
Recuperando terreno
El percance le había supuesto perder distancia con respecto al trío de cabeza, compuesto por Éver Gómez, Manu Cordero y José Márquez. El segoviano consiguió enlazar con ellos, pero comienza la última subida con malas sensaciones, quedándose con Gómez mientras José y Manuel se marchaban por delante. Pero poco a poco Francisco se fue encontrando mejor, y tras soltar a su compañero de fuga se acercó a la segunda plaza, que consiguió tras superar a Manuel mediada la ascensión. José Márquez quedaba ya demasiado lejos, así que el segoviano decidió preservar la mecánica y asegurarse así una segunda plaza con sabor a victoria por las circunstancias en las que se produjo.
