Una pareja de águila calzada ha vuelto a anidar, por segundo año consecutivo en uno de los árboles de mayor tamaño del Campo Grande de Valladolid, con tres pollos. No es habitual que una pareja de águila calzada construya su nido dentro del casco urbano, y menos en un jardín alejado del bosque de ribera. Además, la pareja de águilas adultas ya había anidado antes en el mismo árbol, un gran pinsapo situado en la plaza de la Fuente de la Fama, sacando adelante a dos jóvenes hembras.
El Ayuntamiento de la capital, a través de la Asociación Pennatus, especializada en esta materia, ha procedido al anillamiento, marcaje y monitorización de los tres ejemplares. El control de los animales servirá para conocer en todo momento, una vez salgan del nido, sus movimientos por Valladolid hasta finales de septiembre aproximadamente, y su posterior migración cruzando España hacia países africanos como Mauritania, Níger o Nigeria.
El investigador principal de la Asociación Pennatus, Ignacio García Dios, destacó la naturalidad con la que la pareja ha reconstruido el nido desde el mes abril, en presencia de visitantes, observadores y trabajadores del parque, así como que hayan afrontado un periodo de incubación de 39 días, eclosión y crianza de los pollos. “Es digno de estudio, ya que nos va a permitir conocer la adaptación de una especie de águila del Paleártico a un ambiente tan humanizado”, señaló.
El alcalde Jesús Julio Carnero aprovechó su visita al Campo Grande para ver los trabajos de anillamiento, marcaje y monitorización de las aves y reconocer que la presencia de las águilas calzada es un hecho “extremadamente inusual”, por lo que debe ser protegido y puesto en valor dentro de la ciudad de Valladolid.
No en vano, es una rapaz de mediano tamaño migratoria, transahariana principalmente, y protegida por diversos convenios internacionales, europeos, así como por nuestra normativa estatal y autonómica. Está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). En la última revisión que se ha hecho para el Miteco, se ha propuesto el cambio de categoría a ‘Casi amenazada’.
Actualmente se enfrenta a grandes problemas de conservación, en especial durante los seis meses de invernada en el Sahel, donde es perseguida con total impunidad. A nivel estatal los tendidos, atropellos, colisiones y disparos son los principales problemas con los que se encuentra.
