El 2 de enero de 1918 el Palacio Real de La Granja sufrió un terrible incendio y, por ello, para conmemorar su centenario, la Sociedad Castellarnau de Amigos de Valsaín, La Granja u su entorno, invita a los vecinos a una mesa redonda este sábado, desde las 18 horas, en la Casa de las Flores.
Durante el debate, en el que participarán José Luis Sancho —uno de los investigadores más importantes de Patrimonio Nacional y erudito en el tema—, José Manuel Estebaranz —que mostrará gran cantidad de fotografías de la época y del incendio— y Enric de Giménez —historiador que detallará cómo estaba el Palacio y qué se perdió en el suceso—, se analizará el origen del incendio, sus circunstancias y el terrible desastre que produjo.
“El incendio fue terrible para La Granja porque los Reyes ya nunca más volvieron”, explica uno de los organizadores, Pedro Heras, y añade que “las habitaciones y los despachos próximos a los dormitorios del Rey Alfonso XIII desaparecieron” y lamenta que “el Rey tenía un interés bárbaro por La Granja porque allí pasó su luna de miel y nacieron muchos de sus hijos, pero, tras el incendio quedó todo destruido y ya solo venían de manera esporádica”.
Consecuencias
Para La Granja significó, además de parte del Palacio, la pérdida del ‘verano real’, ya que iban —durante un mes y medio o dos— con toda la corte, embajadores, cuerpo diplomático y demás, y, económicamente, suponía asegurarse el alquiler de casas y “mucho dinero para pasar el resto del año”, puntualiza Heras, quien añade que “la única que continuó yendo cada verano fue ‘La Chata’, la tía y madrina del Rey Alfonso XIII pero ya no fue lo mismo”.
Esos primeros días de enero del año 1918 hacía mucho frío en toda España —con hielo y nieve— y las chimeneas no dejaban de echar humo.
El fuego se originó en una chimenea del ‘patio de la botica’. Había mucho viento ese día, por lo que, en pocos minutos, las llamas pasaron a todos los tejados, Canónigos… Y llegó al Palacio Real y a la Colegiata. Además, las bombas de agua para poder sofocarlo no funcionaban porque, con el frío, se habían congelado y no se pudo contener ni sofocar el incendio.
La entrada para esta mesa redonda es gratuita hasta completar el aforo de la Casa de las Flores.
