La rueda de prensa habitual tras la junta de Gobierno ha sido hoy escenario de un rodaje especial. A la cámara de Televisión Castilla y León, se unió otra, de pequeño tamaño, que portaba el jefe de Gabinete de Alcaldía, Ignacio Martín Granados. A la señal del alcalde, Pedro Arahuetes, único protagonista de la escena a grabar, Martín Granados, se puso en acción para enfocar al regidor, no sin antes tomar una imagen general de la sala, la antigua biblioteca de la Casa Consistorial, para acreditar que una docena de periodistas, expectantes, eran testigos de la escena.
La grabación se justificaba en la necesidad de acreditar ante la magistrada María Felisa Herrero que el alcalde cumplía la sentencia de la Audiencia Provincial de Segovia. La magistrada condenó a Arahuetes, por injuriar al ex concejal del PP Ángel Sancho, a una multa de 2.000 euros y a dar lectura del fallo judicial en una rueda de prensa oficial. Y en el mismo escenario donde injurió al que fuera edil popular. Y es que el 11 de febrero de 2010 el alcalde llamó “golfo, deshonesto, sinvergüenza, mentiroso, mezquino, corrupto e idiota” a Sancho, que dimitió por el escándalo de los miniapartamentos ilegales junto al Eresma. Arahuetes hizo aquellas manifestaciones después de conocer unas declaraciones atribuídas al ex concejal en las que éste reclamaba que le debían reponer en su honorabilidad después de que los tribunales archivaran la causa penal contra él y su socio, el también ex concejal popular, Manuel González Herrero.
Con una amplia sonrisa y después de que su jefe de Gabinete apretara el botón “rec”, Arahuetes informó que, en cumplimiento de la sentencia de la Audiencia, exponía el fallo judicial, que le condenaba como autor de una falta por injurias a la pena de 20 días de multa con una cuota diaria de 65 euros (1.300 euros), con una responsabilidad personal subsidiaria, en caso de impago, de un día de privación de libertad por cada dos cuotas impagadas. Según la sentencia, que ya es firme, deberá indemnizar al denunciante en la suma de 2.000 euros.
Tras la lectura de la sentencia, el jefe de Gabinete dejó de grabar y Arahuetes dijo: “ahora vienen los comentarios, aunque éste es un tema más que visto”.
Primero desveló que en su momento recusó a la magistrada porque había sido gerente de justicia de Castilla y León, y, por tanto, nombrada por el PP. “Interpreté que su pronunciamiento podía estar contaminado por esta circunstancia y la recusé, aunque lo rechazó y fue quien emitió la sentencia” que “acato y cumplo”, añadió.
A continuación, Arahuetes recordó que Sancho había presentado hasta cuatro querellas contra él, por un delito de injurias, otro de calumnias, una más por prevaricación y el último por falsificación en un documento oficial. Sin embargo, los tribunales no encontraron indicios de delito y sola una de las querellas derivó en un juicio de faltas por injurias. Sancho, según recordó ayer el alcalde, pedía que condenaran a Arahuetes a una indemnización de 36.200 euros por 14 faltas de injurias. “Al final fue solo una, con una indemnización de 2.000 euros”.
“Reitero, y ya lo dije en el juicio, que las palabras por las que he sido condenado no se relacionan con la honorabilidad personal o profesional del señor Sancho (…) son única y exclusivamente hechos, que reitero”. “Los hechos –añadió Arahuetes—son los que manifeste, pero no tuve, ni antes, ni después, ni durante, ni ahora, intención de lesionar el honor del señor Sancho”. A este respecto, el alcalde indicó que en el juicio apuntó que retiraba las palabras que pudieran ser lesivas al honor personal, aunque “me reiteré en los hechos que constituyen el fondo de esas calificaciones y lo sigo haciendo”.
