Al menos seis personas murieron y más de 140 resultaron heridas, ocho de ellas de carácter crítico, por el descarrilamiento de un tren con más de 200 pasajeros en la ciudad estadounidense de Filadelfia, según un balance confirmado en la última hora de ayer por los servicios médicos.
El tren viajaba desde Nueva York a Washington con 242 personas a bordo cuando descarriló en torno a las 21.30 (hora local) en Filadelfia. “Nunca había visto nada igual en mi vida”, dijo en una rueda de prensa el alcalde Michael Nutter, quien tras visitar la zona describió la situación como un “desastre absoluto”.
“No sabemos lo que pasó aquí. No sabemos por qué ocurrió esto”, apostilló. Tanto la Junta Nacional de Seguridad del Transporte como el FBI subrayaron que no existen pruebas que apunten a ninguna hipótesis más allá del accidente.
Las autoridades informaron inicialmente de cinco víctimas mortales, pero el Hospital de la Universidad de Temple añadió ayer un sexto fallecido. Un miembro de los servicios de emergencia advirtió de que el balance podría aumentar, toda vez que aún no se había retirado todo el convoy.
Tanto los seis vagones como la cabina se salieron de las vías cuando, según testigos, el tren comenzaba a girar en una curva. “Estábamos circulando sin problemas y, de repente, quedamos de lado”, contó a NBC uno de los pasajeros, Don Kelleher, mientras que otro, Max Helfman, dijo que “las maletas caían sobre la gente”.
El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, prometió que las autoridades estatales harán “todo lo que puedan” para ayudar. La zona donde se produjo el siniestro ya fue escenario en 1943 de uno de los accidentes más mortíferos de la historia de Estados Unidos, con un total de 79 muertos.
Caja negra
Los equipos que trabajaban en los restos del tren descarrilado el martes en Filadelfia (Estados Unidos) localizaron la caja negra del convoy y esperan aclarar los motivos de este siniestro, que se ha saldado con al menos seis muertos.
El alcalde de Filadelfia, confirmó el hallazgo del equipo en una rueda de prensa en la que se confesó “sobrecogido” por el accidente. “No habíamos sufrido nada así en tiempos modernos”.
El alcalde reconoció además que aún no se habían localizado a varios de los más de 200 pasajeros que viajaban a bordo del convoy. Nutter instó a quienes hubieran salido ilesos que se pusieran en contacto con las autoridades locales para completar el listado de posibles víctimas.
