El primer título de la temporada para un club segoviano de escala nacional ya es una realidad. El Unami Venta Magullo se proclamó campeón de Liga tras imponerse a su rival más directo, la Universidad de Salamanca, en un enfrentamiento que se definió a la épica con un pabellón Emperador Teodosio que izó a su equipo hasta la victoria. Los nervios iniciales por acariciar el primer puesto de forma oficial tan de cerca llevaron a las jugadoras de Esther Muñiz a verse distanciadas en 18 puntos por debajo de la plantilla visitante. La entrenadora del cuadro local sentó las bases de su sistema y el grupo tiró de casta para cristalizar su mejor versión y forzar así una prórroga que terminó por sucumbir las opciones de las salmantinas con el resultado de 73-69.
El bocinazo final desató la euforia contenida y la celebración emanó a raudales. El cuerpo técnico y las jugadoras se fundieron en abrazos, mientras que en la retina quedaba la superación a una amalgama de adversidades que, desde el inicio del curso, han ido solventando a través del rédito ofrecido en pista. El ADN herrado por Muñiz, forjado en la virtud de la unión y el trabajo, también se trasladó al graderío del Teodosio, que se convirtió en una olla a presión bajo la bandera de su lema “nunca dejes de creer”.
Segovia sabía lo que el Unami se jugaba y el público acudió a la llamada para teñir de colorido un partido de altos vuelos. Empezó el choque y el Venta Magullo se encontró ensimismado, alejándose de su habitual rendimiento. En el bando contrario tuvieron un conjunto bien armado que se presentó a golpe de canastas y con la intención de pegar un espadazo a la diferencia de puntos que les separaba en la clasificación-tres-. El dominio del juego pasó a ser salmantino de forma inminente y el planteamiento de las locales parecía encasquillado, fruto del nerviosismo.
La escuadra universitaria desbordó con facilidad en el uno contra uno y comenzaron a dar rienda suelta al electrónico hasta firmar un primer cuarto de 11-20 a su favor. Se reanudó el enfrentamiento y las segovianas se acercaron a su identidad, ajustando la línea defensiva y viendo tino de cara al aro. Se repusieron y lograron irse al ecuador a cinco puntos por debajo.
Sin embargo, en el tercer tiempo las visitantes volvieron a mostrar su contundencia y llegaron a ponerse 18 puntos por encima. El Venta Magullo tuvo que exprimir sus posibilidades para remar frente al revés propiciado. En el último cuarto esbozó su mejor concepto y a raíz de jugadas sedimentadas con balones internos comenzó a verse un centrado Venta Magullo, que terminó apisonando al rival hasta tensar el resultado (61-61) y ganarse el derecho de jugar una prórroga a pleno duelo.
La muerte súbita tomó parte sobre los cimientos de la experiencia de las chicas de Muñiz. Las locales supieron manejar los tiempos y su público las llevó en volandas hasta que la balanza se tornó de su lado. El desenlace final se dirimió con el marcador de 73-69 y la celebración se descorchó en un primer plano.
De esta manera, el conjunto rubrica el título liguero de la Primera Nacional con 19 triunfos por tan solo una derrota, a falta de dos jornadas para su broche. Son números de vértigo para un equipo que parece no tener techo.
ESTHER MUÑIZ: «Somos un equipos que nos hemos impuesto a las adversidades. Me alegro por las jugadoras porque se merecen lo mejor. Creímos en nosotras y lo hemos hecho realidad. Estamos muy agradecidas al todo el público que nos alentó para conseguir la victoria. Nunca había vivido un partido con una afición como esta. Ahora llegamos a los cruces con más ganas».
