La tragedia volvió el viernes a los cielos de Estados Unidos, después de que un nigeriano de 23 años lograra acceder a un vuelo que iba a aterrizar en Detroit con material explosivo adherido en una pierna e intentara hacerlo detonar inyectando productos químicos con una jeringuilla. Ahora, las investigaciones sobre el intento de ataque terrorista apuntan a la posibilidad de que el autor, que se atribuye vínculos con Al Qaeda, pudo actuar en solitario.
Los agentes del FBI estuvieron ayer tomando declaración al sospechoso, un hombre de 23 años identificado como Umar Farouk Abdulmutallab, que se encuentra ingresado en un hospital de Michigan debido a las quemaduras severas que sufrió en sus piernas durante el ataque.
En un principio, se creía que el hombre había lanzado unos petardos en el interior del avión, pero las autoridades confirmaron que el artefacto que intentó activar era un dispositivo incendiario.
Según publicaron los medios estadounidenses, el hombre aseguró en sus declaraciones que mantiene vínculos con la red terrorista Al Qaeda y que ha recibido entrenamiento y medios para este atentado. No obstante, y a falta de una confirmación, los investigadores han puesto en tela de juicio esta afirmación y manejan también la hipótesis de que pudo actuar solo, inspirado por la organización terrorista, pero sin recibir órdenes ni entrenamiento de ella.
Aunque el nombre del nigeriano no está incluido en el listado de la Agencia de Seguridad del Transporte, sus datos sí aparecen en la lista del Gobierno de Washington de sospechosos de terrorismo.
El arrestado declaró que viajó a Yemen para hacerse con el explosivo y con las instrucciones para activarlo, posibilidad que está siendo investigada por las autoridades de ese país.
Los restos del artefacto fueron enviados a las instalaciones del FBI en Quantico, Virginia, para someterlos a análisis exhaustivos.
El incidente ocurrió cerca del mediodía del viernes, cuando el vuelo procedente de Amsterdam con 278 pasajeros a bordo, algunos de ellos procedentes de Nigeria, había iniciado las maniobras de aproximación al aeropuerto de Detroit.
El avión, un Airbus A330, que portaba el logotipo de Delta, era operado por la compañía Northwest, con la que Delta se fusionó hace unos meses.
Abdulmutallab, quien estudió ingeniería en la londinense University College London (UCL), trató de activar en sus piernas un artefacto incendiario o explosivo en el interior de la cabina de pasajeros, aunque sin mucho éxito.
El sospechoso logró pasar los controles al llevar adherido a sus piernas, con una cinta adhesiva, parte del material que iba a utilizar para activar el artefacto.
Ya en el avión, utilizó una jeringuilla para mezclar los productos químicos que portaba, algunos en polvo y otros líquidos.
El sospecho llegó a Amsterdam en un vuelo de KLM procedente de Lagos, en Nigeria. En la capital holandesa se investiga por qué las medidas de seguridad no fueron suficientes para advertir su desplazamiento, en tanto que la compañía aérea niega responsabilidades sobre el control de pasajeros.
El presidente estadounidense, Barack Obama, que se encuentra de vacaciones en Hawai con su familia, fue informado por teléfono del incidente, y pidió que se extremen las precauciones en todos los vuelos, según dijo ayer su portavoz, Bill Burton. De momento, el mandatario no ha alterado sus planes vacacionales.
Las autoridades estadounidenses no han decidido hasta ahora elevar la alerta terrorista, que está en el nivel naranja, el segundo de cinco niveles.
