El teléfono móvil del mensajero de confianza del ex líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, tenía en su agenda varios contactos de un grupo miliciano que ha estado vinculado desde hace al menos 20 años, a los Interservicios de Inteligencia paquistaníes, ISI.
Esta es la información revelada por altos cargos estadounidenses que tuvieron acceso a diversas investigaciones.
El hallazgo apunta a que el terrorista y ex líder utilizaba al grupo Harakat ul Mujahedeen como parte de su red de apoyo dentro de Pakistán, país en que se ocultó antes de ser abatido por fuerzas especiales de Estados Unidos, el pasado dos de mayo.
El equipo de analistas del caso determinaron que comandantes de Harakat habían llamado a agentes de la Inteligencia paquistaní y podrían haber llegado a reunirse, aunque estas conversaciones no necesariamente versaron sobre Bin Laden.
Pero lo que sí que es cierto, es que la red Harakat mantiene una presencia importante en torno a Abbottabad, la población próxima a Islamabad donde se ocultaba el islamista, y que sus líderes están estrechamente ligados tanto a la Inteligencia paquistaní como a Al Qaeda, por lo que pueden moverse libremente al tener la nacionalidad paquistaní.
Aunque las fuentes consultadas no revelan nombres, sí apuntan a que los milicianos que poseían estos dispositivos vivían en Waziristán Sur, bastión de Al Qaeda y otros grupos. De esta forma, podrían haber servido de enlace entre Bin Laden y sus cómplices.
Del máximo dirigente de Harakat, Maulana Fazlur Rehman Jalil, se sabe que vive a las afueras de Islamabad sin ser molestado por las autoridades. La organización fue creada por la Inteligencia paquistaní para luchar de forma ferréa en Afganistán contra los soviéticos en los años 80.
El propio Bin Laden ya mantuvo una estrecha relación con la Inteligencia de Pakistán en esa guerra. Un ex comandante de Harakat aseguró haberse reunido con el líder terrorista en Waziristán Norte, en la primavera de 2003. Y afirmó que durante muchos años el jefe del 11-S se movió de un lugar a otro entre las regiones tribales del norte de Pakistán.
Tanto este como otros oficiales aseguran que los ISI acostumbran a poner a dirigentes milicianos bajo custodia dentro de ciudades, en una suerte de arresto domiciliario, y a veces junto a instalaciones militares. De hecho, la guarida de Bin Laden, el complejo de Abbottabad, se situaba próximo a una academia militar.
Por su parte, la milicia Harakat ul Mujahedeen, relacionada con los servicios nacionales de Inteligencia desde hace 20 años, desmintió toda relación con el fallecido líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden.
