Rafa Nadal se convirtió ayer en Hijo Adoptivo de Madrid, un reconocimiento otorgado por el Ayuntamiento de la capital que destacó, en palabras de la alcaldesa Ana Botella, «que se ha convertido en un gran deportista a fuerza de ser buena persona». Por su parte, el balear dejó claro que se siente «muy cercano» a la ciudad, de la que siempre recibe su cariño y en la que ha vivido «emociones inolvidables». Además, resaltó que su misión en el mundo del deporte es la de dar ejemplo. «Somos la referencia para muchos niños y no podemos ni debemos fallarles». / Foto: Guillén (Efe)
