El sargento español David Fernández Ureña falleció ayer en Afganistán como consecuencia de la detonación de un artefacto explosivo cuando realizaba labores de reconocimiento en una carretera entre las localidades de Qala-i-Naw y Darra-i-Bun.
La deflagración, cuyas causas se están investigando, se produjo cuando su equipo de desactivación de bombas examinaba un tramo de la ruta OPAL, donde había sido localizado un IED (artefacto explosivo improvisado), según detalló el Ministerio de Defensa en un comunicado.
El sargento Fernández Ureña tenía 35 años, era natural de Bilbao, aunque vivía desde niño en Granada, estaba soltero y no tenía hijos.
Ingresó en el Ejército en el año 2000, y desde 2008 estaba destinado en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros de Zaragoza. En el año 2009, participó en la misión de Afganistán, por lo que fue condecorado con la medalla de la OTAN-ISAF.
Además, el fallecido era especialista en NBQ, operador de desactivación de artefactos explosivos y contaba con el curso básico de paracaidismo.
Esta muerte es la primera de un militar español en el país asiático desde que el Partido Popular llegó al poder, en diciembre de 2011, y Pedro Morenés se hiciera cargo de la cartera de Defensa, ya que durante todo 2012 hubo varios heridos en la misión patria, pero no se registró ningún fallecido. La anterior víctima mortal fue el sargento primero Joaquín Moya Espejo, que fue alcanzado, en noviembre de 2011, por un disparo en el pecho durante un enfrentamiento con la insurgencia en la localidad de Ludina.
Tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el propio Morenés han advertido, en diversas ocasiones, de la peligrosidad del momento de repliegue de las tropas. «Quiero hacer hincapié y llamar vuestra atención para que no bajéis la guardia y mantengáis la concentración hasta el final de la misión», aseguró Rajoy a los militares el pasado mes de diciembre, durante su primera visita a Afganistán.
El Ejecutivo prevé retirar plenamente al contingente patrio de la nación asiática a lo largo de 2014, tal y como se acordó con la OTAN y, en este sentido, se manifestó hace apenas unos días el propio ministro de Defensa, que ratificó esa fecha.
La noticia del fallecimiento del sargento Fernández Ureña fue adelantada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, durante la que aprovechó para transmitir el pésame del Gabinete a la familia de la víctima.
La dirigente popular trasladó el reconocimiento del Ejecutivo a todos los miembros del Ejército y las Fuerzas Armadas «por su labor por la paz y la seguridad en el mundo».
«Una tarea impagable en defensa de la democracia y los derechos y valores de los que vivimos en esa democracia», matizó Sáenz de Santamaría.
