Los feligreses de la Iglesia de La Trinidad vivieron ayer un triste día festivo al conocer la noticia del robo sufrido en el interior del templo románico, en el que el autor o autores del delito causó importantes destrozos en algunas de las dependencias.
El hallazgo del robo tuvo lugar minutos antes de comenzar la misa dominical de la tarde, cuando el párroco advirtió que la puerta de acceso por el atrio estaba abierta, y al entrar, descubrió los desperfectos causados por el delito.
Los daños más importantes se registraron en la popular capilla dedicada a San Nicolás, donde todos los lunes del año muchos segovianos se acercan para rezar y depositar su donativo, donde los autores destrozaron dos de los tres lampadarios allí ubicados con el fin de conseguir la recaudación allí almacenada.
El robo causó también daños muy significativos en el sagrario del altar mayor, —una hermosa pieza de cerámica esmaltada obra de Juan Zuloaga en 1946— que intentaron sin éxito forzar con una palanca o un objeto contundente que causó desperfectos en el esmalte de la pieza central y en la moldura próxima a la cerradura, Además, los delincuentes se apropiaron también de los dos hachones de cera instalados sobre el altar.
Una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se desplazó hasta la iglesia para realizar las primeras investigaciones sobre el suceso, que a lo largo del día de hoy continuarán con el análisis de las zonas afectadas por parte de los especialistas de la policía científica con objeto de encontrar indicios que puedan llevar a la localización del presunto autor.