Ni reducir los costes del despido ni el fomento del ahorro, el panel de expertos del Observatorio Socioeconómico de Segovia considera que la reforma estructural más necesaria y prioritaria en materia de política económica es la reducción de la dependencia energética.
El director del Observatorio Socioeconómico de Segovia, Juan Antonio Folgado, acompañado de los directores de las líneas de investigación del mismo Luis Miguel Delgado y Nélida Arranz, presentó ayer las conclusiones de una serie de encuestas realizadas tanto a expertos como a empresarios y consumidores sobre cambios estructurales para mejorar la competitividad en tiempos de crisis.
El Observatorio ha organizado para esta tarde una conferencia-coloquio sobre este tema, que se celebrará a partir de las 19.30 horas en la Sala Caja Segovia con la intervención del propio Folgado y Luis Miguel Delgado, que además es profesor de Economía de la Empresa de la Universidad de Valladolid.
El director de esta entidad de investigación y análisis de la que forman parte Caja Segovia, Ayuntamiento de Segovia, Cámara de Comercio, Diputación Provincial, Federación Empresarial Segoviana, Junta de Castilla y León, Subdelegación del Gobierno y UVa, hizo una introducción sobre las causas de la crisis en el ámbito internacional y nacional, destacando las diferencias de la economía española por sus deficiencias estructurales, con un modelo basado en el consumo de bienes y servicios y la construcción, así como por un déficit del ahorro interno y una balanza exterior deficitaria.
Precisamente, una parte importante de ese déficit exterior se debe, según explicó a la necesidad que tiene España de importar energía de otros países.
La encuesta del Observatorio a su panel de expertos, que forman 45 representantes institucionales, profesionales y empresarios, recoge también, entre otros aspectos, su opinión sobre las reformas estructurales más necesarias y prioritarias en materia de competencia que, por orden de puntuación, serían la mayor competencia de los sectores de telecomunicaciones y energía, normativa favorable a la innovación, favorecer la internacionalización y mejora de infraestructuras de transporte y comunicaciones.
En materia de política económica, además de la reducción de la dependencia energética, los expertos consideran que debe reformarse el sistema educativo (aunque está bien valorado), apoyar la financiación de las empresas, formación continuada de empresarios y trabajadores y agilizar la devolución de impuestos y pagos de las Administraciones públicas.
Las propias empresas deben implantar un mayor control de costes y de productos/servicios, buscar nuevos mercados y vías de comercialización, aumentar la formación y ahorrar energía, según la citada encuesta.
Los sondeos realizados a empresarios y consumidores segovianos coinciden en algunos de estos aspectos, especialmente en lo relativo a la formación continuada de empresarios y trabajadores, innovación, búsqueda de nuevos mercados y vías de comercialización y señalan también la mejora de infraestructuras (transporte, comunicaciones, parques empresariales, etc).
El director del Observatorio añadió que la actual crisis económica puede tener una dimensión comparable a la gran depresión de 1929, con una destrucción de empleo “tremebunda”, si se alcanza la previsión del 20% de paro. Recalcó que la economía española, y también la segoviana, que es muy dependiente, tiene factores diferenciales que no se dan en otros países. Recordó, por ejemplo, que la provincia depende “de sectores de productividad media-baja, no avanzada, aunque otros, como el agropecuario o el turístico, de alguna manera pueden estar sujetando la economía”. Indicó que la construcción, la industria y el comercio son los que están pasando por mayores dificultades.
