El motín registrado en el Penal de Topo Chico, en el noreste de México, acabó con la vida de 52 personas y dejó a doce heridos, cinco de ellos de gravedad, según informó el gobernador del estado de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón. En una comparecencia en la que no aceptó preguntas de la prensa, el gobernador dijo que el motín comenzó con “un enfrentamiento” entre dos presos, identificados como Iván N, alias ‘El Credo’, y Pedro N, alias ‘El Z-27’.
Rodríguez no facilitó las identidades de los fallecidos, a la espera de comunicar a los familiares la noticia, y subrayó que lo sucedido ha sido un enfrentamiento entre dos grupos de presos y no una fuga de reclusos. La cadena de televisión Milenio aseguró que el centro penitenciario, el más antiguo del estado de Nuevo León, tiene una sobrepoblación carcelaria del “21 por ciento”.
Los medios locales informaron de que cientos de familiares se acercaron al penal para averiguar si sus allegados están bien o han fallecido en los altercados. Las autoridades de Nuevo León no han aclarado si los fallecidos son todos presos o si también hay celadores y personal penitenciario entre las víctimas mortales.
Según testigos consultados por diarios locales, en el interior del centro penitenciario se pudieron registrar “detonaciones” e “incendios”, así como una “fuerte movilización” policial para poner fin a los altercados. Varios vecinos relataron que un grupo de presos se hicieron con el control de uno de los pabellones de la prisión en torno a la medianoche del miércoles al jueves y lo incendiaron para distraer la atención de las fuerzas de seguridad y lograr fugarse del penal. Testigos consultados por el diario ‘El Universal’ contaron que escucharon disparos y que los altercados comenzaron cuando varios presos intentaron fugarse del penal.
Los altercados en la prisión provocaron el despliegue en la zona del Ejército, además de agentes de la Fuerza Civil y de la Policía de Monterrey. Las detonaciones e incendios se registraron en el Centro de Readaptación Social de la cárcel y comenzaron a medianoche. Desde el exterior de la cárcel, varios testigos aseguraron que pudieron escuchar detonaciones y explosiones, algunas de ellas supuestamente provocadas por granadas de fragmentación. También se pudieron oir consignas gritadas por presos del Centro de Readaptación Social.
Según el diario mexicano ‘Milenio’, las fuerzas de seguridad bloquearon el acceso a las instalaciones penitenciarias y rodearon el perímetro del complejo en la cárcel. De esta manera las principales autoridades informaron sobre la situación.
