Un juez británico aprobó ayer la extradición de Julian Assange a Suecia, país que le reclama por cuatro supuestos delitos sexuales, afirmando que el fundador de Wikileaks tendrá un juicio justo en el país escandinavo.
El magistrado Howard Riddle comunicó su decisión a las partes en la vista celebrada en un tribunal del sur de Londres, dos meses después del arresto de Assange en la capital inglesa. La Fiscalía sueca le acusa de tres delitos de agresión sexual y uno de violación tras la denuncia de dos mujeres.
Assange, cuyo portal de internet ha revelado miles de informaciones confidenciales sensibles para EEUU, fue detenido en Londres el pasado mes de diciembre.
Por su parte, el juez Riddle manifestó que no hay motivos para pensar que Assange no tendrá un juicio imparcial en ese país, ni para temer que será entregado a EEUU. El magistrado argumentó que es justo que algunos elementos de los procesos por violación se mantengan en privado y que el sistema judicial sueco es sólido para considerar que el fundador de Wikileaks afrontará un juicio con garantías. Señaló también, que las declaraciones de las mujeres que presentaron las denuncias en su contra reflejan que no hubo consentimiento en la relación sexual y afirmó que «esas acusaciones se considerarían también violación en el Reino Unido».
Riddle rechazó, asimismo, el argumento de que los derechos humanos de Assange estén amenazados si es procesado en Suecia, y restó importancia a la posibilidad apuntada por la defensa de que la opinión pública sueca, así como el Gobierno de ese país, ya hayan prejuzgado al fundador de Wikileaks. La defensa esgrimió como parte de este argumento que el primer ministro sueco ha predispuesto a los jueces y ciudadanos en contra de Assange al criticar los argumentos de que su país no le garantizará un proceso justo, y de que su defensa no valora los derechos de las mujeres.
El magistrado apuntó también que no entendía por qué Assange evitó ser interrogado en Suecia cuando se presentaron las acusaciones y consideró que los testigos que presentó la defensa durante la vista habían sido manipulados y carecían de credibilidad. En esa vista, la defensa de Assange argumentó que una extradición supondría que el fundador de Wikileaks sería sometido a un juicio sin testigos, y que si era entregado a Suecia, podría terminar en EEUU, donde sería procesado por un delito de alta traición y ejecutado.
La defensa de Assange tiene siete días para recurrir el fallo de Riddle ante el Tribunal Superior de Londres. Su abogado, Geoffrey Robertson, pidió al juez que retirase a su cliente el dispositivo electrónico que permite a las autoridades británicas tenerle localizado, argumentando que el instrumento impide a Assange realizar ejercicio físico. El juez denegó la solicitud de la defensa.
