España registró ayer la sexta víctima mortal por gripe A. Se trata de un hombre de 53 años, con una patología previa y hospitalizado en Alcira (Valencia). El Ministerio de Sanidad y la Consejería de la Comunidad Valenciana informaron de que el paciente sufría una complicación anterior y se hallaba ingresado en estado muy grave en la UCI del Hospital de La Ribera, donde el pasado miércoles se confirmó que estaba infectado con el virus H1N1.
Ésta es la segunda muerte por esta patología que se produce en la región, después de que el pasado 20 de julio falleciera otro hombre de nacionalidad argelina y residente en Teulada (Alicante).
La primera víctima fue la joven marroquí de 19 años Dalilah, que murió el pasado 30 de junio después de que se le sometiese a una cesárea en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid -tenía problemas respiratorios desde hacía tiempo-. El segundo finado fue un varón de 41 que también presentaba una enfermedad crónica, que perdió la vida el día 9 en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria.
La tercera y la cuarta muerte se registraron el pasado día 16. Se trató de un hombre de 71 años, al reagudizarse la enfermedad broncopulmonar que padecía, en el Hospital La Paz de Madrid, y una mujer nigeriana de 33 años, sin aparentes antecedentes de enfermedad, en el Hospital Son Llàtzer, de Palma de Mallorca. Hasta el momento, en el territorio nacional se han confirmado por laboratorio 1.806 casos. El último deceso citado es el que más preocupa porque, de probarse que la chica estaba sana, el virus podía haber mutado de una forma más letal que las certificadas hasta ahora. Quizás el Gobern balear, en la comparecencia de hoy, arroje algo de luz.
Dos días antes de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reúna en la Moncloa con los miembros del comité científico que asesora al Ministerio, y tres de que se celebre la reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns), la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, avanzó que recibirán la vacuna los trabajadores sanitarios y «de otros servicios esenciales básicos» -no los precisó-, las embarazadas, los niños hasta 14 años de edad, y todos los pacientes con patologías crónicas graves o problemas de obesidad, considerado también como «un factor de riesgo». Obviamente, indicó que la partida de medicamentos aumentaría en el caso de que este grupo potencialmente débil creciera.
Entre los pacientes con patologías graves se encuentran los que sufren problemas cardiovasculares, asma, EPOC, diabetes, insuficiencia renal y personas inmunodeprimidas, en general. El tope de los 14 años se fija por ser «la edad pediátrica establecida». Estas determinaciones, según la dirigente socialista, han salido de un acuerdo entre Ejecutivo, comunidades autónomas y expertos internacionales. No obstante, subrayó que la estrategia de inoculación definitiva será la que Sanidad consensúe con el resto de las autoridades de la UE. En octubre los ministros tienen una importante cita, la cual coincide con la presumible repunte de los contagios.
Asimismo, notificó que disponen ya de planes de contingencia para los servicios sanitarios de cara a otoño, dispuestos incluso «para ser activados en agosto». No obstante, aún «se está ultimando» una guía común para desarrollar planes de contingencia en el trabajo para el repunte.
