El sábado pasado Natividad Ruiz, carmelita de la Caridad Vedruna, muy popular en el barrio de San Lorenzo, donde esta congregación tiene su casa en Segovia, así como en el Hospital General, donde ha trabajado durante 18 años, partía desde el aeropuerto madrileño de Barajas a Santo Domingo, capital de la República Dominicana, para dedicarse al cuidado de niños haitianos heridos en el terremoto del país caribeño o desarraigados por la pérdida de sus familiares.
Natividad, junto a otra religiosa vedruna, acompaña a un equipo sanitario y de cooperantes de la ong Mensajeros de la Paz que dirige el padre Ángel García.
Tanto las religiosas vedrunas como la citada organización coinciden en que una de las prioridades es la atención a los menores, muchos de los cuales se han quedado sin padres y sin viviendas.
El destino de Natividad Ruiz es un hogar de tránsito en Santo Domingo —la República Dominicana y Haití son dos paises distintos pero se encuentran en la misma isla, La Española— donde se procura la protección básica a los niños y niñas haitianos evacuados por la ong: Alimentación, alojamiento, cuidados médicos, atención afectiva y psicológica y la búsqueda de familiares para su reunificación.
Se da la circunstancia de que la religiosa afincada en Segovia se ha encontrado en este hogar con Reggie, el niño de dos años rescatado por un grupo de bomberos de Castilla y León dos días después del seísmo, que volverá con sus padres, Daphnee Plaisin y Reginald Claude, que lo perdieron todo en la catástrofe, cuando se recupere completamente.
Natividad se ha puesto ya en contacto con su casa del barrio de San Lorenzo a través del correo electrónico, especialmente con Julita de la Calle, otra carmelita de la Caridad Vedruna y con Lahensia, una niña haitiana de ocho años que vive con ellas en régimen de acogimiento desde hace un año y que estaba deseosa de conocer de primera mano la situación que viven los niños de su país.
Julita ha comentado que las dos religiosas españolas están contentas “aunque trabajan todo el día” y que ese destino las servirá también para familiarizarse con el idioma francés, “porque con los niños es más fácil”.
Por otro lado, la escolarización en el colegio Fray Juan de la Cruz de Lahensia motivó una campaña de recogida de dinero por parte de la comunidad educativa.
