Faltan todavía unos meses para las elecciones generales en Italia y en este momento están en boca de todos. Y es que el país está en ascuas de saber si los dos últimos jefes del Gobierno, Mario Monti y Silvio Berlusconi, pugnarán por el poder, mientras ambos mandatarios continúan sin aclarar su futuro o, peor aún, mareando a la ciudadanía con un «ahora me presento, ahora no».
La incertidumbre comenzó el pasado fin de semana, cuando Monti anunció que dimitirá como primer ministro después de la aprobación de los Presupuestos del Estado. Y todo porque Berlusconi decidió que su partido no continuaría apoyando al Ejecutivo tecnócrata y, además, aprovechó para proclamar su vuelta a la escena política.
Desde entonces, nadie sabe qué va a pasar. El todavía premier sigue sin aclarar si tiene pensado presentarse a los comicios, aunque ayer mismo aseveró que, en cualquier caso, el próximo Gabinete transapino continuará siendo europeísta.
«No tengo ningún comentario que hacer», señaló al ser preguntado sobre su posible candidatura. «No es el momento», agregó.
Mientras tanto, Il Cavaliere sigue jugando al gato y al ratón con su futuro político. Si desde el principio se ha postulado para recuperar el mando del Ejecutivo de Roma por sexta vez, el pasado miércoles su discurso varió, al asegurar que si Monti decide encabezar la opción del centro-derecha, él se echará a un lado en la batalla electoral.
El propio magnate de los medios ironiza acerca de lo que sucederá. «Volverá a concurrir en las urnas?», le preguntaron ayer. «¿Quiere la respuesta de ayer, de esta mañana, de la hora del almuerzo o de ahora mismo», replicó entre risas.
Entre tanto, las encuestas siguen dando al líder del Partido Democrático (PD), Pier Luigi Bersani, como favorito de los ciudadanos para dirigir el Gobierno. No obstante, desde el anuncio de Berlusconi de su regreso a la política activa, el apoyo a su formación, Pueblo de la Libertad (PDL), ha aumentado considerablemente, del 13,9 al 15,5 por ciento, según un sondeo publicado ayer, que insiste en que el PD, de cenro izquierda, se impondría con rotundidad, con un 36,4 por ciento.
Eso sí, no aparece por ningún sitio Monti, quien, por el momento, no encabeza ningún bloque. La espera continúa.
