Casas derruidas, indescriptibles escenas de pánico… Un terremoto de magnitud 7,2 devastó ayer varias provincias del sureste de Turquía. De momento, se desconoce el total del número de muertos y heridos, pero se teme que se cifren en centenares. Así, en la ciudad de Ercis, las fuerzas de rescate sacaron los primeros 50 cadáveres de entre los escombros.
El centro sismográfico de Kandilli, en Estambul, predice que dada la magnitud del temblor se puede acercar al millar, ya que el siniestro provocó el colapso de decenas de edificios en toda la región.
En Van, una ciudad de casi medio millón de habitantes, se derrumbaron al menos dos edificios de grandes dimensiones, uno de ellos de siete pisos, y se teme que haya numerosos vecinos atrapados bajo los escombros. El hospital universitario de la ciudad atendió a medio centenar de personas en el jardín de la institución. Además, se cortaron los sistemas de electricidad y de agua, y las líneas telefónicas estuvieron saturadas.
Allí, en Van, los supervivientes del terremoto aseguraron escuchar los gritos de personas atrapadas bajo los restos, mientras esperaban a que los equipos de rescate llegasen para ayudar a las víctimas. «De repente, el seísmo destruyó el edificio que estaba enfrente. Todos los que permenecíamos cerca corrimos. Consiguieron rescatar a dos personas heridas bajo las ruinas», explicó Halil Celik, un joven que vive en Van.
El epicentro del terremoto se localizó en Tabanli, un pueblo a 30 kilómetros de Van, capital de la provincia homónima en el este de Turquía, cercana a la frontera iraní. Pero también otras provincias como Bitlis, Mus, Batman, Diyarbakyr y Hakkari así como la de Dohuk en el norte de Irak, resultaron afectadas, aunque en mucha menor medida.
Mayor aún es la destrucción en la vecina ciudad de Erçis, de unas 80.000 personas. El alcalde, Zülfikar Arapoglu, aseguró que «hay muchos muertos. Varios edificios se han colapsado; hay una enorme destrucción. Necesitamos ayuda urgente». Según la Media Luna Roja, unas 25 casas se derrumbaron en esta urbe. Y todavía faltan los datos sobre las consecuencias en los pueblos de los alrededores.
No obstante, el aeropuerto permaneció abierto al tráfico. La Dirección General de Emergencias (AFAD) apuntó que ya se han enviado unos 500 profesionales de rescate y salud desde 40 provincias a la zona.
El terremoto ocurrió a las 13,41 horas y su epicentro se localizó a cinco kilómetros de profundidad. El temblor duró unos 25 segundos. A las 13,48 tuvo lugar un segundo seísmo, de 5.5 grados, y a las 13,56 un tercero. En las proximidades hubo otros temblores de magnitudes algo menores.
En Hakkari, las sacudidas se pudieron sentir durante unos 10 segundos, pero no hubo daños graves. Tampoco en Erzurum, más al norte. Por su parte, Estambul quedó ajena al desastre, ya que el temblor no se percibió en el oeste de Turquía.
El alcalde de Van, Bekir Kaya, hizo un llamamiento a mantener «la sangre fría» debido al pánico que provocó el terremoto y que causó que muchas calles del país quedasen completamente colapsadas por vecinos que trataron de huir de la zona, lo que dificultó la llegada de las ambulancias.
