Hace unos 50 años que se suprimieron muchos de los municipios que como tales había entonces, y ahora se plantea una nueva reforma administrativa que podría acabar con la autogestión que mantienen, al menos los más pequeños. Por ello, el experto en Geografía Humana, Joaquín Romero, ha advertido de que reducir las competencias puede ser contraproducente para el mantenimiento de sus habitantes.
Así lo defiende Romero en su informe ‘Mirando al cielo. Apuntes para un estudio de la demografía de Castilla y León 1996 – 2010″, que está a la venta en algunas librerías de Segovia. En su estudio analiza la evolución demográfica de los municipios de la región, y en él discrimina por provincias y por tamaños.
Además concluye con algunas recomendaciones, entre las que se encuentra la necesidad de conservar las competencias y la titularidad de los ayuntamientos para contribuir a mantener población en ellos. “Cuando los pequeños pueblos pierden competencias se elimina también un aliciente para residir en ellos, pues cada vez tendrán menos servicios”, asegura este soriano residente en Valladolid. “Es lo que ocurrió con los pequeños pueblos que fueron anexionados a otros superiores; como es el caso de muchos de la zona Nordeste de la provincia de Segovia”, añade. “Lo poco que llega y corresponde a esos pueblos se queda en las cabeceras”, lamenta.
Por otro lado, también argumenta que la decisión de agrupar municipios no tendrá una consecuencia económica positiva, puesto que desaparecerá la situación actual en la que la gran mayoría de los alcaldes y concejales no percibe retribución. “Si la gestión la asumen otras entidades superiores y sin vínculos con estos pequeños territorios, será necesario pagarlos y eso necesita unas partidas económicas”, añade Joaquín Romero.
Por tanto —añade— “cualquier reforma que se plantee en términos únicamente demográficos nos va a afectar de forma tremenda”. “Castilla y León se está jugando el futuro de su mundo rural y el de 1.333.988 habitantes que en el año 2010 vivían más allá de las doce ciudades que contaban con más de 30.000 vecinos (de los cuales 943.020 vivían a más de 20 kilómetros de cualquiera de ellas).
La publicación de Joaquín Romero consta de más de 700 páginas sobre la evolución de la población en todos los municipios de Castilla y León (son nada menos que 2.248) en el periodo de tiempo que media entre 1996 y 2010, y en el que dedica un capítulo entero a cada una de las provincias de Castilla y León. en él se describe, municipio a municipio, la evolución de la población durante ese periodo de tiempo, y comprueba la enorme diferencia en la evolución de la población de los municipios próximos a las ciudades, o que se encuentran cerca de otras comunidades autónomas prósperas, o aquellos que se ubican junto a importantes vías de comunicación, frente a aquellos que se encuentran lejos de las ciudades y cuyas vías de comunicación son más precarias.
Sobre el caso concreto de Segovia, Joaquín Romero explica que la provincia es un poco “más compleja que otras, pues junto al área que circunda a la capital provincial surgen dos comarcas con un volumen de población y una dinámica demográfica lo suficientemente importante como para que sea necesario estudiarlas de una forma más individualizada”.
En este sentido destaca que hay dos comarcas segovianas influenciadas por su proximidad a Madrid, más que por la dinámica de la capital provincial: la de El Espinar y la del Nordeste.
El autor analiza la evolución de la población en los municipios situados en un radio de 20 kilómetros a la redonda de las capitales (en el caso de Segovia, 26 de los 30 municipios de su entorno han sumado vecinos, y entre todos ellos han aumentado 12.152 habitantes, un 75,28% de la población inicial de 16.142).
En cuanto a la proximidad a Madrid, esto hace que diez de los once municipios del Sudoeste hayan aumentado su censo, y en conjunto hayan sumado 5.065 habitantes nuevos vecinos (destacando El Espinar, que suma 3.901 censados más). Pero también han aumentado su censo 16 de los 44 municipios del Nordeste segoviano (los próximos a la carretera Nacional I que, en conjunto, han sumado 600 nuevos vecinos).
El caso contrario y que es generalizado por sus características con la tendencia de la zona rural menos accesible, se encuentra el amplio espacio geográfico con un fuerte descenso de la población “que contrasta enormemente con los dos apartados anteriores (en el caso segoviano, en ese amplio espacio más alejado de Madrid y de la ciudad de Segovia, ese descenso es de 2.780 habitantes, un 4,94 por ciento de la población inicial, pues tan solo 19 de 123 municipios han sumado algún vecino, siendo 104 los que han perdido población, hasta el punto de que 31 de ellos ya cuentan con menos de 100 vecinos.
El autor no quiere generalizar, pero alerta de que la situación de envejecimiento y masculinización en que se encuentran muchos pueblos, puede estar anunciando su despoblamiento.
