E l autor del tiroteo en un edificio oficial de la Marina de Estados Unidos, en Washington, que el pasado lunes mató a 12 personas antes de ser abatido sufría problemas mentales, era violento y era una persona muy solitaria, según informó ayer la cadena CBS.
Aaron Alexis, de 34 años, buscó en varias ocasiones ayuda en el Departamento de Veteranos de Guerra por «dificultades mentales», señaló la emisora. El exreservista del Ejército contactó al menos en dos ocasiones con hospitales en busca de ayuda, informó por su parte la CNN.
Según los investigadores, no hay pistas por el momento de un transfondo terrorista y todo parece indicar que se trató de un tiroteo de un enfermo mental que actuó en solitario.
Según su padre, Alexis formó parte de las fuerzas de rescate el 11 de septiembre de 2001 y sufrió trastornos postraumáticos. Kristi Suthamtewakul, una amiga, también contó que los devastadores atentados en Nueva York le dejaron secuelas. «Guardaba la ira contra los terroristas que mataron a inocentes». Alexis era «muy educado, muy amable y un gran apasionado por la vida».
Y también dejó una buena impresión en el restaurante tailandés de Texas donde trabajaba. Incluso durante algún tiempo alquiló un pequeña casa cerca de un templo budista donde meditaba ocasionalmente, según hace referencia el diario The Washington Post.
Entre mayo de 2007 y enero de 2011 sirvió de reservista de la Marina, pero después fue destituido tras reiterados «comportamientos incorrectos», según contó ese diario citando a un miembro de la Armada estadounidense. Uno de esos actos consistió en que en 2010 Alexis disparó contra las paredes y el techo de su vivienda y después explicó que esos tiros se produjeron por un error al limpiar las armas reglamentarias.
Alexis entró el pasado lunes fuertemente armado en un edificio vigilado de un centro de mando de la Marina estadounidense, donde trabajaban unas 3.000 personas. Logró acceder al inmueble porque contaba con un carnet que lo acreditaba como empleado externo para un proyecto informático del Ejército.
Allí mató a 12 personas de entre 46 y 73 años antes de ser abatido por los agentes. Tres personas resultaron heridas, entre ellas un policía. Entre las víctimas no hay soldados en activo, sino empleados civiles y contratistas privados.
Un día después del trágico suceso, Washington volvía lentamente a la normalidad. En todo el país las banderas ondeban a media asta por orden del presidente de EEUU, Barack Obama.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el jefe del Estado Mayor, Martin Dempsey, recordaron a las víctimas mortales depositando una corona en una ceremonia ante la estatua el marinero solitario, que simboliza a los servidores de la Marina.
Según las últimas investigaciones, el autor actuó en solitario y no existen sospechas de que se trate de un atentado terrorista.
El suceso es el peor tiroteo en una base militar estadounidense desde el ataque de Fort Hood en Texas en noviembre de 2009, donde el psiquiatra militar Nidal Hasan mató a 13 personas e hirió a decenas. Hasan, de 43 años, fue condenado a muerte el mes pasado por un jurado militar.
numerosos avisos. El mal comportamiento y las actuaciones violentas de Aaron Alexis fueron amonestadas en numerosas ocasiones. Así, el exmilitar fue advertido hasta en ocho ocasiones por mala conducta en los cuatro años que fue reservista del Ejército.
Las fuentes consultadas indicaron que la trayectoria castrense de Alexis estuvo marcada por una actitud pésima. Entre sus faltas figuran algunas de menor importancia, como multas de tráfico y retrasos al entrar a trabajar, y otras más graves, como casos de insubordinación, alteración del orden público y múltiples y largas ausencias del puesto de trabajo sin la correspondiente autorización del mando.
En 2008, el tirador recibió una sanción administrativa después de haber sido arrestado en DeKalb County, en Georgia, donde pasó dos noches detenido.
El supuesto autor de la matanza de la Comandancia de Sistemas Navales fue licenciado con honores el pasado 31 de enero de 2011 porque así lo solicitó él mismo y porque, entonces, la Armada consideró que ese procedimiento sería más rápido que el necesario para poder licenciarlo sin esa distinción.
