Un estudio sobre la evolución de los libros «iluminados» en la segunda mitad del siglo XV en Castilla ha sido el ganador del II Premio Sinodal de Aguilafuente, convocado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y Caja Segovia para conmemorar la edición del «Sinodal de Aguilafuente», considerado el primer libro impreso en España.
El investigador Fernando Villaseñor Sebastián, autor del estudio, recibbió ayer el cheque de 9.000 euros que le acredita como ganador del premio en un acto celebrado en el Torreón de Lozoya de Segovia, al que asistieron el presidente de Caja Segovia, Atilano Soto y el director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja.
En conferencia de prensa, Santonja explicó que el trabajo premiado es un estudio de la miniatura castellana en la segunda mitad del siglo XV, donde el autor «se vuelca en una de las realizaciones más hermosas del mundo medieval, el de los libros iluminados en los que se volcó todo el saber de la vieja Europa, la tradición, la historia y la devoción».
Asimismo, ha señalado que el autor «plantea cómo el desarrollo de la miniatura propiamente castellana se produce en la época del reinado de Enrique IV y pone de relieve su papel como benefactor artístico y su predisposición a las bellas obras miniadas».
Además, ha destacado la amplia labor documental del autor para realizar este trabajo, basado en el análisis de 228 ejemplares o fragmentos de libros miniados repartidos por varios países.
Para Santonja, el valor de este trabajo, que recopila los aspectos más interesantes de la tesis doctoral que prepara el autor es que es “un libro que homenajea desde el libro a los creadores del lib ro en España”.
Asimismo, señaló que algunas de sus conclusiones “son extrapolables al día de hoy, porque en el siglo XV los ilustradores pudieron compatibilizar su trabajo en los libros pese a la llegada de la imprenta, y hoy estamos viviendo un fenómeno similar entre el libro impreso e Internet, con la esperanza de poder encontrar un punto de conciliación”.
Historia del arte El autor aseguró que la intención de su trabajo es “analizar el trabajo de los iluminadores de libros desde el punto de vista de la Historia del Arte, y aseguró que el trabajo de los miniaturistas españoles “se desarrolló de forma exponencial entre los siglos XIII al XV”.
En este sentido, puso como ejemplos de la calidad del trabajo de los ilustradores medievales españoles el “Libro de Horas” del Infante don Alfonso o las hojas del cantoral del Monasterio de Santo Tomás, que hoy se conservan en un museo neoyorkino y que muestran los motivos religiosos o de exaltación de la nobleza que caracterizaban las obras.
Fernando Villaseñor Sebastián es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca y ha sido investigador del Proyecto de Investigación del Plan Nacional Iconografía de los Santos Españoles.
Al premio económico se suma también la publicación de este trabajo por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, que editará un millar de ejemplares que serán distribuidos en bibliotecas y universidades españolas y latinoamericanas.
