Los rasgos característicos del clima segoviano, un 66% de humedad media del aire, una temperatura media anual de 12º y las habituales precipitaciones, contribuyen a multiplicar exponencialmente la acumulación de humedades dentro de las viviendas; conforme a los datos recogidos en un estudio realizado por la empresa MurProtec, especializada en soluciones constructivas contra las humedades estructurales.
El estudio señala que en Segovia, la mayoría de los problemas de humedad en los hogares son a consecuencia de la capilaridad, efecto que se produce por la composición del terreno y los niveles freáticos (niveles de impregnación de agua en el terreno) que, al entrar en contacto con los materiales de construcción porosos de las edificaciones, hace que la humedad se filtre y ascienda hasta los hogares.
Asimismo, el también conocido como efecto «terrón de azúcar», hace que esta humedad en los muros provoque oxidación y descomposición en revestimientos y materiales cerámicos de forma continua. De no solucionarse esta situación de forma definitiva, la humedad se condensa provocando un incremento en el porcentaje de humedad ambiental, lo que, comúnmente desemboca en serios problemas para la salud.
De forma prolongada, la humedad afecta gravemente la salud, ya que, el exceso de humedad ambiental favorece la aparición de ácaros, hongos y bacterias que pueden desencadenar graves problemas como erupciones o dermatitis atópica.
Asímismo, un alto porcentaje de humedad propicia la aparición de moho, un organismo microscópico cuyas esporas pueden ocasionar afecciones respiratorias. El moho produce alérgenos, irritantes y, en ciertos casos, sustancias tóxicas. Casos extremos de alergia a los hongos pueden desembocar en aspergilosis, una grave afección de las vías respiratorias causada por la inhalación de estos hongos. Un incorrecto grado de humedad ambiental puede también agravar los síntomas de quienes padecen fibromialgia.
