El PSG dejó ayer abierta la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones al firmar tablas (2-2) en la ida ante el Barcelona, en un encuentro atropellado y con un final loco. Fue un empate más amargo que dulce para el conjunto azulgrana, a pesar de la teórica bondad de su resultado. Principalmente porque perdió a Messi y Javier Mascherano por lesión. Es decir, peligra la vuelta para el ‘crack’ azulgrana y el equipo se podría quedar sin centrales.
El bloque de Tito Vilanova jugó confundido durante la primera media hora, que recordó a buena parte de su partido contra el Milan en la anterior ronda. Fue un equipo plano, sin profundidad, que actuó andando y que se olvidó de que el objetivo de este juego es tirar al arco para hacer goles.
A cambio, el PSG tuvo las ideas más claras. Como se esperaba, esperó atrás para lanzar contraataques apoyado en la movilidad de Lavezzi, la velocidad de Lucas Moura y el talento de Ibrahimovic. El error del equipo galo en esa primera mitad fue perdonar.
Por ejemplo, cuando a los cinco minutos Lavezzi pisó el área y su remate, acompañado de un toque de Sergio Busquets, se fue al palo. Después llegaron sendos disparos de Pastore e Ibrahomovic que obligaron a Valdés a atajar.
Solo Iniesta entendió la necesidad del Barcelona de intentar completar jugadas. El resto de sus compañeros acumuló posesión para nada. Pero, mientras el conjunto azulgrana tenga a Messi, siempre podrá vivir más tranquilo. A los 38 minutos, Dani Alves puso un sensacional pase con el exterior sobre el desmarque del argentino, que decidió con un inalcanzable disparo cruzado.
El resumen de la primera parte fue simple: el PSG perdonó y Messi no lo hizo. Lo peor para el Barcelona fue la lesión del argentino, sustituido al descanso por un problema muscular, algo inédito en el argentino en los última años, y que no jugará la próxima semana.
La segunda mitad mostró las carencias del PSG, al que le costó mucho crear juego. Apenas pudo recurrir a los balones parados para crear alguna oportunidad. A cambio, el Barcelona vivió muy cómodo con su posesión de balón, que le sirvió más para defenderse que para atacar. Aunque también tuvo ocasiones, pero Alexis Sánchez volvió a mostrar su enorme crisis de confianza, por mucho que se resarciera con el penal provocado en el tramo final.
Faltó la sentencia
La falta de ambición del Barcelona le costó dejar vivo a su rival y éste lo aprovechó. Primero, Valdés sacó una ocasión de Ibrahimovic. Y a los 79 minutos llegó el primer gol local. Ocurrió a balón parado, con un remate de Thiago Silva al palo y el remate posterior de Ibrahimovic en fuera de juego. Pero ninguno de los múltiples árbitros lo vio.
Y más problemas para el Barcelona: también perdió a Mascherano con una posible rotura de ligamento. El equipo también tiene a Puyol en la enfermería, por lo que se quedó sin centrales de primer nivel para acompañar a Piqué.
Pero al rescate del Barcelona acudió Salvatore Sirigu. A los 89 minutos, el arquero del PSG salió a destiempo y atropelló a Alexis en el área, lo que se tradujo en un claro penalti que transformó Xavi.
El encuentro siguió y en plena locura llegó un tanto más. Lo consiguió Matuidi en la jugada final, con un disparo aparentemente sencillo que se le coló a Valdés.
El PSG celebró el empate: dejó abierta la ronda y tendrá sus opciones ante un equipo que jugará la vuelta previsiblemente sin Messi. Hay eliminatoria.
Otro resultado
Bayern de Múnic-Juventus 2-0
