El ánimo de ‘vendetta’ italiana, nacido en la final de la Eurocopa, aviva el fuego de la difícil semifinal de la Copa Confederaciones que le aguarda hoy a España, que, en cualquier caso, parte como favorita gracias al buen fútbol que está exhibiendo en tierras brasileñas.
Se antojaba como una batalla igualada entre dos selecciones históricas, más aún después del empate de la primera fase, pero la ‘roja’ destrozó a la ‘azzurra’ (4-0) hace exactamente un año en Kiev. Los tantos de Silva, Alba, Torres y Mata volvieron a coronar al combinado nacional. Cuatro años antes, aquella vez en cuartos, Italia también sucumbió en el triunfal camino español.
Estos dos partidos confirmaban un cambio de tendencia histórica, en la que la selección de Del Bosque pasaba de cordero a león a costa de permutar los papeles con el combinado de Prandelli, que vislumbra el duelo como una gran oportunidad para restaurar el orden anterior. Sin embargo, el abrumador juego de la campeona mundial y las bajas del rival complican su objetivo.
En la búsqueda del único título internacional que aún no adorna su palmarés, España arrolló en una primera parte sublime a Uruguay (2-1), se paseó sin pitorreo frente a Tahití (10-0) y mostró contundencia ante Nigeria (3-0). Pese al resultado, el envite contra el equipo africano fue el más complicado, en parte por culpa del asfixiante calor reinante en Fortaleza, escenario de la semifinal.
La intensidad extra para rendir ante las ‘águilas verdes’ pasó factura a Soldado y Cesc, cuya participación será dudosa hasta última hora por sendos problemas musculares. La titularidad del valenciano, que marró dos claras ocasiones ante Nigeria, ya estaba en entredicho debido también al buen momento de Fernando Torres, ‘pichichi’ con cinco goles y que podría ocupar su puesto.
Vicente del Bosque no ha descartado volver al ‘falso 9’ por medio de Cesc, aunque el azulgrana, que estaba completando un gran torneo, tampoco se ha entrenado al cien por cien estos días. Por lo visto en los entrenamientos, David Silva podría ocupar el puesto del catalán, el otro cambio posible en una alineación fija en el resto de puestos.
Sin embargo, mayores quebraderos de cabeza afronta Cesare Prandelli, que se ha quedado sin su mejor arma ofensiva, Mario Balotelli, y sin el lateral derecho, Ignazio Abate, ambos lesionados. A estas ausencias se unen las molestias que padecen Andrea Pirlo y Riccardo Montolivo. El ‘faro’ del equipo parece recuperado de su contractura y apunta a la titularidad, objetivo que tiene más difícil el milanista.
De esta forma, la principal duda italiana pasa por la punta del ataque, donde la experiencia de Alberto Gilardino podría pesar más que la pujanza de El Shaarawy en la decisión de un técnico que ha reconocido su inferioridad. «Es un equipo casi imposible de derrotar, es el equipo más fuerte del mundo, pero tampoco es perfecto», avisó.
El duelo tendrá el aliciente añadido del arbitraje, tarea que recaerá en el británico Howard Webb, quien pitó la final del Mundial 2010, recordada por la salvaje patada de De Jong a Xabi Alonso que saldó con una tarjeta amarilla. En el balance histórico, ambas selecciones se han enfrentado 31 veces, con un balance de nueve victorias para España, 10 victorias para Italia y 12 empates.
