Viernes Santo es el día central de la Semana Santa, en el que se rememora la muerte de Jesús en la cruz. Para los cristianos es día de duelo, lo que se puede constatar en mil y una manifestaciones que se desarrollarán en la provincia.
En Cuéllar, villa en la que las procesiones de Semana Santa están adquiriendo gran auge en los últimos años, el desfile partirá a las 20,30 horas desde los Paseos de San Francisco. Todas las cofradías existentes sacarán a la calle sus pasos.
En El Espinar, Viernes Santo tiene, desde el punto de vista religioso, tres momentos importantes. Por la mañana, el vía crucis (12 horas), “muy creativo”, en el que diferentes colectivos de la localidad se encargan de dirigir los rezos en cada estación. Por la tarde, la celebración de la Pasión de Jesucristo. Y, luego, a las 21 horas, la procesión de La Soledad, al final de la cual se representa el descendimiento de Jesucristo.
Uno de los desfiles más impactantes es, sin lugar a dudas, el de hoy (20,30 horas) en Real Sitio de San Ildefonso, especialmente impresionante por las largas filas de penitentes con cruces de madera, de fresno y roble. Los penitentes, cerca de dos centenares, van con hábito penitencial descalzos y con corona de espinas. Es la procesión penitencial del Santo Entierro. El abad de la Colegiata de La Granja, Isidoro Mardomingo, ha dicho que esta manifestación penitencial “no es comparable con ninguno de los cientos de desfiles procesionales que se celebran estos días en la geografía de nuestro país”. Cuando se llega a la Plaza de Los Dolores, el acto alcanza toda su grandiosidad. Los penitentes, de rodillas, cantan el himno a la Virgen de los Dolores, en un momento que impresiona a todos los presentes.
Este año, en Palazuelos de Eresma habrá una novedad en las celebraciones de Viernes Santo. Por primera vez se ha programado un vía crucis, desde Palazuelos de Eresma a Tabanera (12,00 horas), con el acompañamiento de la banda de cornetas y tambores.
Cuando anochece, en Riaza se puede contemplar una estampa hermosísima. Tres pasos salen de la iglesia de Nuestra Señora del Manto: “Cristo crucificado” (también llamado del Dulce Nombre de Jesús), el “Cristo de la Cama” y “La Dolorosa”. La iluminación de las calles invita al silencio y a la meditación. A mitad de recorrido, en un balcón, alguna mujer canta saetas, mostrando los más íntimos sentimientos del pueblo. Y cuando la comitiva llega a la Plaza de la villa, estremece el escenario. Las farolas, todas, se apagan. Eso sí, cada persona lleva una vela entre los manos. Y hay centenares de velas. Las tres imágenes se paran. Un grupo de mujeres, desde el balcón del Ayuntamiento, canta una salve a la Dolorosa. Es, para todos los presentes, un momento emotivo. Entre las procesiones más espectaculares figura la de Turégano, esta noche, entre la iglesia y el Castillo.
En Cantimpalos, la procesión del Santo Entierro dará comienzo a las 21 horas. Tras el desfile, los hombres trasladan la “Virgen Dolorosa” desde la iglesia a la ermita, rezando el rosario y cantando la salve. Por lo que respecta a la villa de Sepúlveda, únicamente desfilan dos imágenes en la Procesión del Silencio (22,00 horas), “Cristo yacente” y “La Dolorosa”, acompañadas, eso sí, por miembros de las cinco cofradías de la villa.
La Procesión del Silencio de Fuentepelayo, con inicio a las 22,30 horas, contará la numerosos nazarenos y la banda de cornetas y tambores locales, quienes custodiarán cuatro imágenes: Santo Cristo del Humilladero, Virgen de los Dolores, Virgen de la Soledad y Cristo Yacente. La procesión de Ayllón, también de interés, dará comienzo a las 21,00 horas de hoy.
Desconocida, a pesar de su enorme belleza, es la procesión de Bernuy de Porreros. Con las luces del pueblo apagadas, la comitiva sale de la iglesia. Los penitentes, muchas veces descalzos, llevan cruces y, en cada pierna, un grillete, arrastrando enormes cadenas que suenan en un silencio únicamente interrumpido por las voces de dos coros de hombres, uno de solteros y otro de casados, que lanzan al aire un lamento en forma de romance recogido de Lope de Vega. Una vivencia única.