El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, explicó ayer que la detención de un presunto yihadista marroquí de 32 años arrestado en Pamplona, responde a una necesidad de la Guardia Civil de investigar con qué personas se reunía en la trastienda de la tetería que regentaba, presuntamente para captarlas para el Daesh, y a través de qué plataformas entraba en contacto con el aparato de propaganda de este grupo terrorista, muy activo en Internet.
Antes de asistir a la reunión de la Diputación Permanente del Congreso, el titular de Interior desveló que el hombre detenido en la capital navarra “estaba dispuesto a viajar a Siria para incorporarse al Daesh”, por lo que fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos para ser puesto después a disposición judicial.
“La investigación sigue abierta”, indicó el ministro, quien reconoció que el detenido intentaba reclutar para su causa tanto a compatriotas como a españoles. Precisamente, los investigadores tratarán “de determinar con qué personas se había estado relacionando para conocer hasta qué punto se han radicalizado o piensan integrarse en el Daesh”.
Además, las Fuerzas de Seguridad se afanarán en conocer “de manera más concreta las plataformas” a través de las que “entraba en contacto con el aparato de propaganda yihadista” y que habría utilizado para “autorradicalizarse” y obtener los vídeos y demás documentación que utilizaba en su labor proselitista.
El detenido, insistió el ministro, era “un consumidor muy intenso” de este tipo de propaganda en Internet y celebraba “frecuentes reuniones” en la trastienda de su establecimiento para reclutar a personas para el grupo terrorista. Mientras, los vecinos del detenido mostraron su sorpresa por esta detención.
Fernández Díaz reconoció la “eficacia y profesionalidad” con la que se maneja el aparato propagandístico de Estado Islámico en la red, y consideró que “son profesionales del mal”.
El ministro subrayó que la operación de Pamplona y las que tuvieron lugar el pasado fin de semana en Cataluña ponen de manifiesto que “hay que estar muy atentos porque hay personas que están respondiendo a los llamamiento que el Daesh realiza a través de su activo dispositivo internacional de propaganda”.
Precisamente, los tres presuntos yihadistas detenidos el sábado pasado en la provincia de Barcelona fueron enviados ayer a prisión por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que los acusó de actuar como “corresponsales” de Estado Islámico en España para la captación y el adoctrinamiento de militantes.
Los arrestados —dos cocineros de 32 y 42 años que trabajaban en sendos restaurantes de Barcelona, uno de ellos judío, y una mujer de 24 que residía en Granollers— fueron imputados por un delito de colaboración con organización terrorista a través de las redes sociales y otro de enaltecimiento del terrorismo yihadista.
Los tres mantuvieron contacto por internet con militantes en Siria y realizaron labores para la captación de mujeres dispuestas a enrolarse en las filas del Califato.