Si durante 14 años el Atlético de Madrid acudió al Santiago Bernabéu asumiendo un papel de víctima, el derbi capitalino del próximo sábado se jugará en un escenario muy diferente: por primera vez en mucho tiempo, el conjunto rojiblanco no se siente inferior al Real Madrid.
En los últimos meses sucedieron dos acontecimientos en la capital española que parecen advertir sobre un cambio de guión en los clásicos entre ‘merengues’ y ‘colchoneros’, partidos que fueron siempre territorio blanco en el siglo XXI: la victoria del cuadro de Diego Pablo Simeone en la final de Copa del Rey en casa del vecino y su imponente arranque del presente campeonato liguero, con pleno de victorias en los seis partidos disputados.
Al contrario que el eterno rival de la ciudad, el Real Madrid ha iniciado un nueva etapa, todavía indefinida, de la mano del italiano Carlo Ancelotti, de manera irregular. Mientras, el Atlético se presenta como un proyecto ya consolidado que su técnico va mejorando con el paso del tiempo. En cambio, el conjunto de Concha Espina está todavía en construcción, a un ritmo, además, más lento de lo que querrían sus hinchas.
«Tenemos un gran equipo, sabemos cómo ganarles», aseguró ayer Thibaut Courtois, portero rojiblanco y uno de los grandes héroes de la final copera.
La última jornada del torneo doméstico la expuso el nivel de confianza que atraviesa uno y otro equipo. Mientras el conjunto ‘colchonero’ venció 2-1 a Osasuna reservando a cinco titulares, el cuadro ‘merengue’ necesitó un penalti muy discutido fuera de tiempo y al Cristiano Ronaldo más decisivo para ganar 2-1 en casa del recién ascendido Elche, que fue mejor.
El conjunto blanco está en problemas y nadie disimula la preocupación ante el clásico. «Jugando así no ganaremos», aseguró Ancelotti tras el encuentro en el Martínez Valero.
Al contrario de lo que le ocurre en casa del vecino, el proyecto del italiano se encuentra en una inesperada fase de indefinición. Si en su presentación el transalpino confesó su apuesta decidida por el «espectáculo», ahora el equipo parece sumido en la duda: ¿Jugar a tener el balón o regresar a los tiempos de José Mourinho para apostar por un fútbol más vertical?
Mientras Ancelotti lo piensa, las jornadas van pasando y el Real Madrid va sacando los partidos fuera de casa con enormes dificultades. Y nadie olvida lo ocurrido la pasada temporada, cuando el Barcelona se escapó en noviembre en la tabla a una decena de puntos y los blancos renunciaron prematuramente a la remontada.
Con el cuadro ‘culé’ y el conjunto ‘colchonero’ con dos puntos de ventaja sobre los ‘merengues’, el exentrenador del PSG afrontará su primera situación complicada en la capital si el sábado no gana a los rojiblancos.
Se sabe cómo jugará el Atlético, (repliegue atrás, pases largos a Diego Costa y David Villa y aprovechamiento del balón parado), pero la incógnita es ver qué hará un Real Madrid que en dos meses de trabajo todavía no definió un estilo. Ni siquiera se sabe si Ancelotti apostará por jugar con dos medios centros como Khedira e Illarramendi, con uno solo, con Bale en lugar de Di María, con un fútbol más vertical o con la posesión. «No estoy contento, necesitamos jugar diferente», destacó el preparador italiano tras lo presenciado en Elche.
Ese «jugar diferente» está en sus manos. Y el derbi madrileño será su primer partido realmente importante de la temporada, su primer gran examen desde que está en el Real Madrid. El Atlético, en cambio, acudirá al Bernabéu sin ninguna presión, con mucho que ganar y poco que perder. Una victoria supondría un golpe sensacional a su odiado vecino. Y ahora mismo las apuestas no descartan esa posibilidad. Al contrario.
