Cerca de un centenar de empleados públicos pertenecientes a los sindicatos UGT, CCOO y CSI-F participaron hoy en una original protesta por el recorte que el Gobierno aplicará en sus sueldos, en la que ofrecieron gratuitamente café y bollos a los segovianos en la Plaza Mayor.
Con dos grandes pucheros de café, varios litros de leche y cajas de bollos y pastas caseras, los funcionarios se instalaron en el quiosco de la Plaza Mayor para desde allí improvisar una pequeña cafetería en la que se repartieron los cafés y los bollos en un ambiente distendido pero reivindicativo, ya que en las barandillas del templete los funcionarios instalaron carteles con frases alusivas al recorte salarial.
El café sirvió también como punto de encuentro de muchos empleados de las distintas administraciones públicas, que comentaron en corrillos las repercusiones negativas que tendrán para sus economías domésticas la anunciada medida del Gobierno.
Miguel Angel Mateo (UGT) y José Andrés Orejana (CCOO) aseguraron que el recorte salarial a los funcionarios “es una medida errónea que ataca directamente al núcleo de la recuperación económica”, y pusieron como ejemplo que el “tijeretazo” supondrá en Segovia una merma de 900.000 euros para la economía provincial.
Orejana aseguró que el “tijeretazo” del Gobierno en el sueldo de los empleados públicos “no se va a quedar sólo en los funcionarios y va a repercutir también en el resto de trabajadores a la hora de negociar sus convenios colectivos, ya que si a los funcionarios se les recorta el cinco por ciento, mucho nos tememos que la patronal intente por todos los medios aplicar reducciones similares en los sueldos, porello, creo que los empleados públicos seremos el primer peldaño de una escalera en la que se subirá bajando los sueldos”
Por parte de CSI-F, una portavoz del sindicato aseguró que el Gobierno “ha optado por lo fácil, que es bajar el sueldo a loe empleados públicos, sin pensar en otro tipo de medidas compensatorias, y seguramente esto terminaremos pagándolo todos”.
Asimismo, los tres representantes sindicales animaron a todos los funcionarios a secundar la huelga general convocada para el próximo 8 de junio en el sector público, con el objetivo de conseguir que el Gobierno “se dé cuenta de nuestro malestar y modifique su política económica”.
