El Barcelona intentará hoy mantener su condición de invicto en la Liga con la complicada salida al Nuevo Zorrilla, donde espera brindar a Tito Vilanova una victoria simbólica y que le haga, como mínimo, dejar bien encarrilado el título para el año venidero.
Sin duda, el entrenador ‘culé’ será el gran protagonista del encuentro. El técnico, operado el pasado jueves por segundo vez de un cáncer en la glándula parótida, estará sometido a sesiones de quimioterapia y radioterapia durante seis semanas, y este será el primer choque que se pierda.
Con Jordi Roura al frente del equipo, los futbolistas lucharán por un triunfo que, más allá de fortalecer su liderato, ahora de nueve puntos sobre el Atlético de Madrid y 13 sobre el Real Madrid, que afronta una difícil salida en Málaga, servirá para mandar un mensaje de apoyo a su entrenador y disolver cualquier duda sobre el futuro deportivo del conjunto.
Los catalanes, que cuentan con la baja de Cesc Fábregas, recuperan a un David Villa que ya ha vuelto a entrenar con el grupo e irá con toda la pólvora disponible, con Leo Messi al frente, a un José Zorrilla que pretende ser un fortín.
El entrenador pucelano, el serbio Miroslav Djukic, contará con los mismos hombres que formaron la convocatoria ante el Deportivo, por lo que sigue sin poder alinear a los lesionados Patrick Ebert y Jesús Rueda, e intentará llevar a los suyos a un nuevo triunfo que les acerque a la zona europea y confirme este buen arranque en la competición doméstica.
No obstante, con la derrota en casa contra el Real Madrid (2-3) y el empate sin goles contra el Deportivo, son dos las jornadas en que la victoria se les ha escapado a los castellanos, así que la batalla sobre el césped promete una buena despedida a este año.
De la UCI a planta
Además, ayer se conoció la noticia de que Tito Vilanova evoluciona favorablemente de la intervención quirúrgica. El preparador catalán pasó la primera noche en el Hospital Vall d’Hebron con normalidad y fue trasladado a planta tras abandonar la UCI.
El club emitió un comunicado confirmando que la intervención había salido según la planificación prevista y la duración del ingreso dependerá de la evolución del paciente. No podrá recibir visitas, pero se mantienen las previsiones y los plazos iniciales.
Mientras tanto, el centrocampista Sergio Busquets comentó ayer que la plantilla azulgrana se ha conjurado para ganar al Valladolid por el técnico. «Ojalá podamos conseguir los tres puntos, porque seguro que le va a ir muy bien para la recuperación».
Además, reconoció que entre todos ayudarán a su segundo, Jordi Roura, a ejercer de primer entrenador. «Está capacitado de sobras para hacerlo, pero es algo nuevo y le vamos a apoyar para sacar esto adelante», señaló.
«Es muy enérgico, un hombre de la casa que tiene todos los conceptos del fútbol, ha trabajado con Pep y Tito, sabe lo que debe hacer, estar en su sitio, tiene mucha confianza en nosotros, nosotros en él, y no hay que darle más vueltas. Hará de entrenador este tiempo, esperamos que sea lo menos posible en favor de Tito», aseveró.
Y es que el vestuario, liderado por los capitanes Puyol, Xavi, Valdés e Iniesta, sabe cómo llevar esta situación. «No queremos que sea algo extraño, sino en sintonía con lo que vamos haciendo. Lo importante es que estemos todos unidos», señaló.
A falta de un único partido en este 2012, y pese a la ventaja que tienen en la clasificación, el mediocentro no dio la Liga por acabada. «No se van a rendir y la van a poner muy difícil. Queda mucho aún, solo pensamos en ir sumando partido a partido», aseguró.
Otros encuentros
Por otro lado, al margen de los encuentros de Barcelona y Real Madrid, el Betis quiere cerrar 2012 del mejor modo posible, al menos acostándose de forma provisional en los puestos que dan acceso a la Champions, y con una victoria ante el necesitado Mallorca.
La jornada se completará con un duelo directo por eludir la zona de descenso entre Osasuna y Granada, cuarto y tercero por la ‘cola’, respectivamente, mientras que el Athletic de Bilbao despedirá el año en San Mamés contra el Zaragoza en un encuentro en el que espera dar una alegría a su sufrida afición.
