Valsaín abrió la temporada taurina segoviana con una becerrada para alumnos de escuelas taurinas, faltando a la cita de manera incomprensible algún alumno de nuestra Escuela Taurina Provincial, donde se convocan dos veces a la semana diez alumnos en su mayoría de origen segoviano, es decir, paisanos.
La plaza registró una floja entrada con un tercio de aforo en tarde nublada, fresca y algo ventosa, en algunos momentos llovió de manera intermitente y con escasa fuerza. Presidió con autoridad y coherencia José Luis Vázquez, alcalde de La Granja de San Indefonso. Había ambiente festivo en el maravilloso lugar que cuenta con un paraje insólito de gran belleza y esplendor serrano. Valsaín celebraba su particular feria de abril. En los tendidos jóvenes ataviadas con el típico traje de faralaes.
LOS BECERROS De la ganadería de Dehesa de Guadarrama de Brunete, biien presentados y de excelente juego todos ellos, mención especial para los corridos en sexto lugar. Aportaron fijeza, nobleza y repetidas embestidas. Magnífico encierro.
LOS TOREROS Abrió plaza David Martín Escudero que sustituía al anunciado César Valencia de la Escuela de Madrid. Martín Escudero no pertenece a escuela taurina alguna y está apoyado técnicamente por el torero de plata Luis Miguel Campano. Es sobrino nieto de Victorino Martín.
Al fogoso becerro que abría festejo lo lanceó con apreturas. Comenzó con doblones eficaces para pasar al toreo en redondo. Dos series aceptables y escaso bagaje al natural. Insiste por el pitón izquierdo pero no se centra y anda un tanto a la deriva. Luego sí, torea poniendo interés y sentimiento con muletazos con cadencia y armonía. Baja el nivel para completar la faena con algunos pases sueltos. Mató mal de dos pinchazos, dos estocadas, la primera atravesada y tres golpes de verduguillo. Fue silenciada su labor.
Buenos lances firma la planta y jugando los brazos con cadencia al cuarto de la tarde. Sencillos los muletazos inciales para ir desglosando una s series de buen concepto torero pero sin escesivo candor. Subió el nivel en una serie de lentos pases en redondo que se jalean debidamente. Dentro de sus limitaciones, puede decirse que cumplió decorosamente y mató de estocada caída siendo premiado con una oreja.
El Roque, de la escuela taurina de Salamanca es joven valor de muy estrambótico torero mezclando fases de buenos conceptos con otros de pura filigrana mímica. Lanceó acelerado a su primer becerro al que después toreó por ambos pitones con mucha entrega, con retorcida figura hasta la exageración y eso sí, dando sensación de valor desmedido y de algunos más que aceptables conceptos. Becerro barvo, repetidor e incansable. El Roque cumplió tres series de muy estimable condición con los pies clavados en la arena, llevando al becerro toreado y cerrando con espectaculares pectorales. Pinchazo, estocada atravesada y tres descabellos. Palmas.
Con enorme pujanza se presnetó ante el quinto de la tarde. Ajustados lances y ya con la flámula vivaz y plasmático derechazos plausibles que gustan a la concurrencia. Cuajó faena personal que pasó por momentos de buen toreo cuando aplicaba la lógica y la técnica mejor o peor aprendida. Mejor el toreo al natural por donde tomaba el engaño el burel con mucha nobleza. Al final tremendismo y entusiasmo. Estocada y dos descabellos para dos orejas.
Álvaro García, de la escuela taurina de Comenar Viejo, gustó por su desparpajo y voluntad, así como por sus buenas formas. Tiene tan sólo trece años de edad. Bonitas verónicas sin enmendarse. Quitud, temple y armónico toreo dentro de sus naturales circustancias de bisoño torero. Al natural sencillamente superior. Clase torera en este jovencísimo valor y transmisión al respetable a través de su aportación artística, repito, dentro de sus limitaciones. Buen gusto y mucha entrega. Preciosos ayudados por alto, giraldillas y estocada de fea colocación, dos pinchazos y dos descabellos. Oreja.
Al que cerraba plaza, el mejor del encierro, excelentes lances que se ovacionan. De nuevo el buen gusto imperante, el toreo de clase y personalidad y un sentido estático y estético de primela línea. El de San Sebastián de los Reyes trajo gente a la plaza desde su pueblo natal con pancarta incluída. Señal del interés que suscita en su zona de inluencia. Encandiló al público con un toreo en redondo lleno de snesibilidad y luces. Cuajó gran faena por la aportación artística sobre todo. Mató pésimamente, pero ello no desmerece el toreo genuino de este chaval.
